Agricultura, silvicultura y pesca

La manera en la que las plantas dispersan sus semillas es posible que afecte de manera significativa a su distribución geográfica y a su nivel de adaptación a las condiciones ambientales locales. Sin embargo, esta hipótesis no ha sido comprobada empíricamente ni está claro por qué organismos estrechamente emparentados difieren en su comportamiento de dispersión.
Investigadores europeos se proponen mejorar la seguridad alimentaria mediante la conversión de rutas fotosintéticas ineficientes de varios cultivos destinados a la producción de alimentos y combustibles en rutas más eficaces empleadas por cultivos muy productivos como el maíz.
Un proyecto internacional de investigación está recolectando datos genéticos relacionados con el estrés ambiental en plantas de cultivo para ayudar a los fitomejoradores a desarrollar variedades de cultivo más resistentes.
Un proyecto financiado con fondos de la UE ha investigado cómo influyen los rasgos de las plantas y el suelo en la productividad de poblaciones mixtas de leguminosas y no leguminosas.
Unos investigadores han definido formas de promover el uso de pastos en explotaciones ganaderas de la Unión Europea a fin de establecer sistemas eficientes de producción de rumiantes y poder disfrutar de mejores servicios ecosistémicos.
Dos convocatorias de investigación han derivado en la creación de catorce proyectos empresariales de carácter innovador dedicados a promocionar el mercado de los alimentos ecológicos y los sistemas agrícolas de idéntica índole en Europa y en el resto del mundo.
En Europa y la India, cada año se desperdician y desechan, en su mayor parte, millones de toneladas de subproductos de las industrias de transformación de frutas y cereales. Esos subproductos podrían transformarse en ingredientes y nuevos productos alimentarios, lo cual generaría beneficios económicos y favorecería el desarrollo sostenible.
El sorgo dulce presenta numerosas ventajas frente a otros cultivos para producir azúcares destinados a biocombustibles. Un gran consorcio internacional ha desarrollado nuevas variedades híbridas, modelos de cultivo y análisis de sostenibilidad para ayudar a su explotación en diversos entornos.
El cáñamo, tradicionalmente cultivado para la obtención de fibras, semillas y compuestos psicoactivos, es hoy día objeto de un renovado interés para la producción de novedosos biomateriales.
Investigadores europeos están identificando genes y rasgos fenotípicos que afectan al rendimiento y a la vida útil de los cultivos de soja durante periodos de estrés hídrico y de estrés por déficit de nitrógeno.
El género Solanum es un amplio género de plantas que incluye a la patata, el tomate y la venenosa hierba mora, una hierba común en Europa. Investigadores europeos han identificado genes en los ancestros silvestres de las especies del género Solanum que podrían ser de gran importancia para los cultivos comerciales de plantas de este género.
Un equipo de investigadores desarrolla herramientas y directrices para evaluar los efectos a largo plazo en la salud de los animales de la ingesta de piensos elaborados con cultivos modificados genéticamente (MG).
Investigadores europeos han proporcionado nuevos conocimientos sobre cómo responden las plantas ante la falta de oxígeno a nivel molecular. Esto podría ayudar a mejorar los cultivos que crecen en entornos con poco oxígeno.
Un reciente proyecto de investigación ha descubierto proteínas clave que controlan el momento de la floración en plantas, permitiendo una comprensión sin precedentes de este proceso de gran importancia económica.
Un equipo de investigación financiado por la Unión Europea se ha propuesto desarrollar y probar un escáner que permite calcular automáticamente el contenido de carne y de materia grasa de las canales de cerdo.
Un equipo de investigadores ha aplicado herramientas de biología molecular de vanguardia para mejorar la absorción de fósforo de la Setaria italica, un cultivo común.
Un nuevo consorcio de investigación está fomentando entre los cultivadores de tabaco una producción alternativa para hacer frente a las difíciles condiciones económicas.
Un proyecto reciente de investigación estudió cómo las plantas controlan el desarrollo de la floración y de la fructificación.
Un proyecto de la Unión Europea está diseñando un procedimiento que se sirve de métodos genéticos para determinar y certificar la composición de las especies vegetales presentes en los piensos. El proyecto ha concedido prioridad a treinta y una especies de plantas empleadas en la nutrición animal y, a día de hoy, se sirve de dos procedimientos de ensayo para identificar de manera sistemática el ADN buscado.
Gracias a la financiación de la Unión Europea, un instituto de investigación irlandés se ha posicionado a la vanguardia de la investigación agraria y hortofrutícola, llevando más allá de los límites del planeta las aplicaciones de las técnicas de cultivo.
Gracias a la financiación de la Unión Europea se ha garantizado la consolidación de una red de colaboración transnacional dedicada a fomentar la sanidad vegetal.
La industria olivarera europea se enfrenta a un hongo edáfico patógeno. Un proyecto contó con fondos europeos para desarrollar un dispositivo de evaluación rápida de muestras basado en métodos electroquímicos y de amplificación del ADN para contener los brotes.
El equipo científico de un consorcio multidisciplinario observa la naturaleza con el propósito de transformar la biomasa de residuos agrícolas en productos industriales de utilidad a través de un proceso ecológico.
Las esponjas se antojan, a primera vista, como una fuente improbable de innovación, y sin embargo encierran la clave para la obtención de nanotecnologías nuevas, dispositivos ópticos innovadores y formas nuevas de regenerar tejido óseo humano y de prevenir enfermedades de los huesos. ¿Le resulta inverosímil? No para Werner E.G. Müller. En el marco del proyecto BIOSILICA, él y su equipo están desarrollando maneras de adaptar los complejos procesos de los que se valen las esponjas para construir sus fabulosas estructuras de biosílice con vistas a emplearlas en implantes biodegradables que se espera faciliten la curación de huesos tras sufrir fracturas o someterse a cirugía.
Aunque la posibilidad de utilizar la biomasa de origen vegetal como fuente de energía renovable se conoce desde hace tiempo, sorprendentemente, los beneficios netos económicos y medioambientales de este tipo de energía solo se han calculado sobre el papel. El profesor Reinhart Ceulemans y su equipo han puesto en marcha una plantación forestal experimental en la provincia belga de Flandes Oriental para remediar esta carencia y aportar datos reales que puedan respaldar futuras decisiones en materia de política energética.
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