
Científicos de la Unión Europea estudian procesos termoquímicos avanzados (PTA) y sus efectos en el medio ambiente con el propósito de promover el uso de biomasa como fuente de energía sostenible.

El desarrollo de tecnologías de energía limpia para automóviles debería ir de la mano de inversiones en infraestructuras. Un grupo de científicos financiado por la Unión Europea demostraron cómo se puede reducir a la mitad la energía necesaria para licuar hidrógeno y cómo ampliar la escala de la licuefacción de hidrógeno en Europa, lo cual permitiría disponer de una cadena de suministro energético con bajo contenido de carbono.

La tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS) resulta una solución efectiva e innovadora de cara a reducir el dióxido de carbono (CO2) a nivel planetario. Un proyecto financiado con fondos europeos evalúa por primera vez los riesgos asociados al almacenamiento de CO2 bajo el lecho marino para los ecosistemas marinos.

La cantidad de energía que podría generarse a través de la diferencia de concentración de sal entre las aguas marinas y fluviales de todo el mundo se estima entre 1,4 y 2,6 teravatios, lo que equivale a un 20 % del consumo eléctrico total. Se trata de un proceso natural que no provoca contaminación térmica, no produce dióxido de carbono ni genera ninguna otra emisión contaminante debida a combustión.

La paleoceanografía estudia la historia de los océanos, incluyendo su composición química, temperatura y salinidad. Esta información permite extraer conclusiones respecto a la configuración y la intensidad de la circulación oceánica, que a su vez es el principal amplificador del cambio climático.

El brillo del Sol varía en todas las escalas de tiempo y en todas las longitudes de ondas. Una iniciativa financiada por la Unión Europea trabaja para recopilar observaciones dispersas de más de veinticinco instrumentos con el fin de representar con precisión cómo influye la irradiancia solar en el clima de la Tierra.

Un equipo sufragado por la Unión Europea se ha puesto manos a la obra para ampliar y gestionar una red colaborativa de organizaciones dedicadas a la investigación sobre biodiversidad. El equipo prevé desarrollar un mecanismo de fijación de agendas y crear un extenso repertorio de fondos y varias herramientas de divulgación.

Científicos de la Unión Europea estudian los efectos del almacenaje de dióxido de carbono (CO2) a gran profundidad en el subsuelo y redactan recomendaciones para operadores y reguladores.

Un nuevo atlas con mapas electrónicos que promueven el concepto de mapeo de controversias (controversy mapping) podría ayudar a las autoridades a gestionar el cambio climático de manera más efectiva.

La bioenergía que se genera a partir de biomasa refinada puede reducir las emisiones que contribuyen al cambio climático y, a la vez, aportar seguridad energética. La financiación cooperativa de los proyectos más prometedores en este campo reducirá, previsiblemente, los costes y aumentará la sostenibilidad.

El agua potable es un recurso limitado que se encuentra en peligro de contaminación a causa de plaguicidas, productos farmacológicos y otros micropolutantes. Una iniciativa financiada por la Unión Europea ha estudiado nuevas tecnologías de biorremediación de los recursos de agua potable contaminados con esos micropolutantes.

Un grupo de científicos financiado con fondos europeos trabaja en la mejora de las previsiones de la radiación solar y la nubosidad a corto plazo. Disponer de estimaciones fiables será muy beneficioso para el sector de la energía solar al posibilitar una reducción de costes y la implantación masiva de tecnologías de energía renovable.

En el marco de una iniciativa sufragada por la UE varias regiones europeas intercambian conocimientos técnicos sobre alternativas de reutilización de agua y nutrientes y desarrollan oportunidades de negocio.

La producción de energía a partir de fuentes renovables aumenta sin cesar, y ahora unos investigadores de la Unión Europea estudian la forma de integrar esa energía en la red de distribución sin perjuicio de la fiabilidad ni la calidad del suministro.

En el marco de un proyecto financiado con fondos europeos se investiga el uso de redes de sensores inteligentes en el sector del agua que son capaces de recolectar energía.

Bajo una iniciativa financiada por la Unión Europea, varios intermediarios formaron una red y se afanaron para identificar en conjunto nuevos usos de tecnología desarrollada como parte del programa europeo de energía de fusión.

Aumentar la eficiencia térmica de las centrales eléctricas de combustibles fósiles es un buen modo de reducir el consumo de combustible y las emisiones para así minimizar el cambio climático global. Una nueva aleación de acero está llamada a cumplir esa meta y deparar importantes beneficios a escala mundial.

Un estudio financiado por la Unión Europea sobre vórtices, ondas y procesos de mezcla en modelos idealizados ha permitido profundizar en el conocimiento de los mecanismos que determinan los patrones meteorológicos, el clima y otros procesos naturales.

Recientemente se llevó a cabo un proyecto encaminado a facilitar la incorporación de los resultados de la investigación marítima de la Unión Europea al proceso de formulación de políticas. El equipo elaboró una síntesis de las investigaciones realizadas y planteó medios eficaces para utilizar los datos generados, además de desarrollar varias herramientas informáticas.

Investigadores de China y la Unión Europea han creado un modelo cuya finalidad es evaluar los efectos de distintas políticas en materia de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) sobre la salud y el bienestar de quienes residen en centros urbanos.

Una red de la Unión Europea trabaja para subsanar la fragmentación en las instalaciones de investigación y desarrollo dedicadas a las tecnologías termoquímicas mediante la concesión a investigadores de acceso a instalaciones experimentales y servicios de toda Europa.

La generación de electricidad a partir de una fuente renovable como el viento depende de la meteorología, un factor que resulta complicado de predecir. Una iniciativa de la Unión Europea aumentó el valor de la energía eólica para el mercado eléctrico mediante una mejora de las capacidades de predicción relacionadas con la demanda energética y la producción eólica.

Un equipo de la Unión Europea trabaja para que el Instituto de Ingeniería de Polonia esté en condiciones de crear tecnologías energéticas limpias. El proyecto logró progresos al respecto mediante distintos métodos, como el intercambio de conocimientos a través de estancias temporales de investigadores, pero también a través de la renovación de equipamientos.

En el seno de un proyecto de investigación subvencionado por la Unión Europea, se ha formulado directrices y herramientas con las que contribuir a recuperar los sistemas fluviales de Europa, visto que estos importantes ecosistemas están sometidos a múltiples factores adversos.

Los edificios con balance energético casi nulo son un elemento importante de la política europea sobre el clima y se espera que en 2021 todos los edificios cumplan con esta norma. Sistemas híbridos 100 % renovables ayudarán a transformar el mercado de la calefacción y la refrigeración mediante la mejora de la eficiencia y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.