
Los europeos, además de beneficiarse directamente de las diversas iniciativas financiadas con fondos europeos destinadas a combatir las inundaciones, podrían ser una pieza fundamental para que logren sus propósitos. Un ejemplo destacado está en el proyecto aún en marcha WESENSEIT, cuyo objetivo es contar con la población para vigilar e informar sobre el entorno.

Las situaciones de crisis como, por ejemplo, un apagón paneuropeo o la inundación de la frontera entre Alemania y Países Bajos, podrían tener repercusiones catastróficas. Aquellos encargados de evitar crisis describen esta cadena de sucesos imprevistos que pueden producirse a raíz del principal como efectos en cascada. Un ejemplo claro de este tipo de fenómenos fue la destrucción de la central nuclear de Fukushima (Japón) tras haber sido alcanzada por un maremoto que a su vez fue provocado por un terremoto.