Detección del hielo a gran altura

Un equipo de la Unión Europea trabaja en el desarrollo de sistemas para detectar condiciones atmosféricas que provocan la formación de hielo en las aeronaves. Su trabajo incluye la selección de sondas, instrumentos y sistemas de detección adecuados, además de su instalación en aeronaves para pruebas en vuelo.

La formación de hielo a gran altura es una amenaza grave para la seguridad de la aviación y afecta especialmente a los motores. Contar con sistemas capaces de detectar y ayudar a las aeronaves a evitar las condiciones atmosféricas peligrosas ayudará a mejorar la seguridad.

Obtener sistemas de este tipo es el objetivo del proyecto HAIC (High altitude ice crystals), financiado por la Unión Europea. El consorcio, excepcionalmente grande, incluye a treinta y cuatro socios europeos más cinco de Australia, Canadá y Estados Unidos. Los objetivos principales son proporcionar sistemas de detección de partículas de hielo para mejorar la seguridad de las aeronaves y ayudar al sector a cumplir con las nuevas normativas previstas.

El grupo ha abordado dieciocho objetivos técnicos relacionados con el desarrollo de sistemas adecuados. La colaboración tiene una duración de cuatro años, de mediados de 2012 a mediados de 2016.

El trabajo del segundo año implicó la selección de las sondas más sofisticadas para realizar la primera campaña internacional sobre el terreno, las cuales se instalaron posteriormente en una aeronave para investigación. También se seleccionaron y evaluaron los instrumentos necesarios para calibrar las instalaciones de pruebas.

La primera campaña sobre el terreno se realizó correctamente a principios de 2014 y en ella se utilizó el dispositivo MET-FR RTD para detectar la convección propia de las tormentas. El análisis de los datos de la campaña avanza según lo programado.

Los investigadores evaluaron la capacidad del proyecto para juzgar las condiciones de formación de hielo utilizando datos de satélite. También se realizaron pruebas de viabilidad con los sistemas de detección y el radar meteorológico de HAIC. Se seleccionaron cinco de ocho tecnologías para realizar las pruebas en vuelo.

El equipo desarrolló dispositivos capaces de generar cristales de hielo con valores específicos de tamaño y otras propiedades para las pruebas. También se creó una metodología de calibración que se dio a conocer a la comunidad internacional. Finalmente, el grupo ha completado las pruebas de laboratorio sobre las trayectorias de los cristales de hielo y fenómenos relacionados, datos a partir de los cuales se crearon modelos matemáticos preliminares.

HAIC está logrando comprender a fondo las condiciones de formación de hielo para incorporar este conocimiento a sistemas eficaces de advertencia para aviación. El resultado esperado es la mejora de la seguridad de las aeronaves, además de las posibilidades comerciales adicionales para las empresas europeas.

publicado: 2015-09-24
Comentarios


Privacy Policy