El proyecto
OPTI-ALERT se creó
para incrementar la eficiencia de los sistemas de alerta a través de una
comunicación multicanal personalizada y caracterizada por la
sensibilidad cultural.
El trabajo inicial implicaba un análisis de las diferencias existentes entre siete países —Alemania, Francia, Italia, Hungría, Países Bajos, Austria y Suecia— en los procedimientos de comunicación durante situaciones de crisis y en los hábitos relativos a los medios. Centrada en la influencia de diversos factores sociales, culturales y regionales sobre la percepción y la comunicación de riesgos —entre otros—, la investigación puso de relieve diferencias fundamentales entre las naciones de Europa, en especial en lo que atañe al grado de confianza en las autoridades.
Análisis complementarios esclarecieron el panorama de cada país por cuanto a medios de comunicación se refiere. Por ejemplo, determinaron que las autoridades deben participar en el discurso público relativo a los medios sociales y que los mensajes personalizados de alerta deberían informar a los ciudadanos sobre qué hacer y en qué modo les afecta una de estas situaciones.
La investigación sociológica reveló que los instrumentos de divulgación empleados deberían contar con capacidad para adaptar el contenido de las alertas a los receptores a los que se destina. Además, los mensajes de alerta deberían estar integrados en un contexto de confianza nacional y a su vez corresponderse con la situación de la región en cuestión.
La vertiente tecnológica de la iniciativa se centró en el desarrollo de un conjunto integrado de herramientas de alerta y de instrumentos de simulación para analizar los efectos derivados para la población de uno de estos mensajes —tanto en general como en el seno de infraestructuras críticas—. En este conjunto de recursos se incluyeron dos herramientas de generación de mensajes de alerta y cuatro sistemas de divulgación. Las alertas se pueden personalizar a partir de un mensaje de referencia común con añadidos destinados a los diferentes grupos objetivo.
El equipo del proyecto desarrolló dos simuladores, uno para optimizar la planificación de las alertas y otro para analizar la velocidad con que se difunden los mensajes entre la población general. El primero pone de manifiesto la forma en que actúan diferentes agentes en las infraestructuras críticas en caso de declararse una alerta. Además, se podrá recrear el efecto de los diferentes medios de comunicación sobre los receptores. Entre los destinatarios prototipo se incluyen ciudadanos con diferentes discapacidades —sordera o discapacidad visual, entre otras— y personas que desconocen el idioma local —como viajeros extranjeros—. El simulador permite a los responsables de la planificación en situaciones de emergencia elaborar modelos sobre la velocidad con que se puede evacuar una infraestructura crítica —una estación, por ejemplo— en caso de resultar necesario. El simulador, que tiene en cuenta tanto la disponibilidad y el tipo de sistemas de alerta como diferentes factores situacionales y características regionales, cuenta con capacidad para elaborar modelos de comunicación directa entre las autoridades y los ciudadanos, así como de los efectos de la divulgación entre la población.
Los resultados de OPTI-ALERT posibilitarán una comunicación ágil, constante y efectiva a través de múltiples canales para maximizar su repercusión. La labor de la iniciativa incrementará el nivel de protección de las infraestructuras y naciones europeas gracias a integrar distintos sistemas de creación y difusión de mensajes, a posibilitar un mayor grado de personalización de las alertas y a brindar herramientas para simular el efecto y la eficacia de las mismas.
Una parte de los resultados del proyecto se ha publicado en un manual disponible de manera gratuita en el siguiente enlace:
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