Conforme el
comercio se traslada a la esfera de lo virtual, los ciudadanos no tienen
más remedio que familiarizarse con un gran número de tecnologías y
servicios nuevos mediante los que comunicarse con sus contactos,
clientes, compañeros y proveedores, pero también, potencialmente, con
todos los piratas informáticos del planeta.
Master («Gestión de la
garantía, la seguridad y la confianza de servicios») es un proyecto
financiado por la Unión Europea que ha desarrollado una plataforma
informática con la que administrar de forma segura e íntegra procesos
comerciales en distintos contextos, de manera que los usuarios pueden
acceder a servicios de software y computación en nube sin trabas ni
preocupación alguna por su seguridad.
En este contexto cobran especial relevancia los conceptos de la
«administración de la seguridad» (security governance) y la «gestión del
cumplimiento» (compliance management). Se trata de dos prácticas que se
han hecho un hueco en las estructuras empresariales de todo el mundo y
cuyo cometido consiste en permitir que los servicios funcionen al
unísono conforme a la política y las mejores prácticas de la
organización de la que se trate.
Los servicios que antaño adquiríamos por teléfono o en persona se
prestan ahora conforme a nuevas fórmulas. En la actualidad el consumidor
prácticamente da por seguro que le mostrarán productos recomendados
tras realizar una compra en Internet y está acostumbrado a contar con un
teléfono inteligente dotado de una aplicación de GPS con la que
averiguar, por ejemplo, dónde se encuentra la parada de taxis más
próxima. Ello obedece a acuerdos especiales, con frecuencia denominados
«mashups», basados en relaciones de confianza entre vendedores,
proveedores terceros y, en último término, los consumidores que pagan
los servicios.
Estas «relaciones de servicios» son cada vez más abundantes y
complejas, dando lugar a una situación de caos que se ha tratado de
regular mediante reglamentos gubernamentales y mejores prácticas
industriales. No obstante, ello obliga a las empresas a dedicar más
tiempo y recursos para asegurarse de que sus servicios y sistemas
cumplan con estos reglamentos, sobre todo de cara a garantizar la
seguridad y la fiabilidad.
«La gestión del cumplimiento es clave para garantizar la seguridad
de los procesos de negocio, máxime teniendo en cuenta las innumerables
dependencias que existen entre los procesos de negocio internos y los
proveedores de servicios externos», explicó Pedro Soria Rodríguez, de la
empresa Atos.
Por ejemplo, los departamentos de una misma empresa pueden
desarrollar y aplicar sus procesos de negocios de distintas maneras para
ajustarse a las necesidades de sus clientes respectivos, o también
pueden integrar el trabajo de varios contratistas en sus propios
sistemas, pero por encima de todo se debe asegurar la congruencia del
conjunto de las operaciones de la empresa.
La seguridad y la flexibilidad son aspectos determinantes para el
futuro del comercio electrónico. La computación en nube, por ejemplo
(que en términos sencillos consiste en alquilar espacio en el ordenador
de otro para almacenar datos y procesarlos), se sustenta en la
prestación de servicios que se ajusten a los requisitos específicos de
una empresa.
«La seguridad conforme al principio del máximo esfuerzo
(best-effort) dejará de aceptarse; las entidades comerciales deberán
ofrecer a sus clientes servicios certificados y también exigir servicios
garantizados a sus contratistas para poder hacer frente a los riesgos
asociados al comercio y la tecnología», puntualizó Soria.
Su empresa es el socio coordinador del proyecto Master, que abordó
un aspecto fundamental en el mundo comercial actual, siempre en alerta
máxima: la gestión del cumplimiento en lo relativo a la seguridad. Dado
el elevado número de entidades implicadas se necesitaba un enfoque
modular e integral. Al mismo tiempo, para que cumpliera su cometido, los
múltiples componentes del sistema Master debían ser fáciles de
ensamblar.
Master se puso en marcha con el propósito de solucionar la necesidad
cada vez más acuciante para muchas organizaciones (grandes empresas,
PYME, etc.) de cumplir una variedad de normas, políticas internas,
mejores prácticas industriales y obligaciones contractuales. «El
cumplimiento constituye un problema de primer orden, ya que para
ajustarse a todos los requisitos se deben tomar medidas costosas, si no
se quiere ser objeto de cuantiosas multas, publicidad perjudicial,
litigios, etc.», destacó Soria.
Así pues, los investigadores examinaron formas de asegurar procesos
de negocio al completo en distintos contextos: centralizados,
distribuidos (multidominio) y subcontratados. Desarrollaron un conjunto
de indicadores clave de garantía, indicadores clave de seguridad,
modelos normativos y de protección, y transformaciones de modelos de
seguridad, todo ello acompañado de herramientas para analizar y evaluar
procesos de negocio.
Varios integrantes del equipo de este proyecto de tres años de
duración también acometieron estudios de casos para probar el enfoque
aplicado: uno en el ámbito de la banca y los seguros y otros en el de la
sanidad electrónica, donde Europa ya cuenta con una tradición
considerable.
Sistemas que atienden
El hospital italiano San Raffaele (HSR), participante en el
consorcio Master, colaboró con los socios del proyecto para lograr que
el conjunto de herramientas creado facilitara la gestión de la atención
sanitaria ambulatoria. Así, desarrollaron un sistema de información
personalizada que coordina las citas, facilita el seguimiento y, de
manera más general, «amplía el territorio» de la sanidad en sentido
tradicional integrando en el sistema a todos los interesados:
profesionales de la enfermería, la medicina y la farmacia, los pacientes
e incluso a sus familiares.
El ensayo de San Raffaele sirvió para demostrar la posibilidad de
que múltiples interesados situados en múltiples ubicaciones realizaran
un seguimiento de casos médicos con mayor eficiencia. El sistema
permitió cumplir las con frecuencia complicadas normas que regulan la
sanidad y los seguros, así como las políticas de los hospitales
relativas a la atención, protegiendo al mismo tiempo la información
delicada médica y de otra índole.
«Master fue presentado a varias otras instituciones sanitarias de
Italia sometidas a los mismos requisitos de gestión del cumplimiento que
San Raffaele, habiendo por tanto un interés común en la solución que
ofrece este proyecto», indicó Soria. El programa piloto de San Raffaele
fue una valiosa prueba de concepto seguida muy estrechamente por
hospitales de Sassari y Perugia.
El proyecto europeo Master finalizó a principios de este año, si
bien la actividad investigadora sigue en marcha. Como entidad
coordinadora, Atos se manifiesta satisfecha con los resultados y se
propone integrar algunos de ellos en su propia plataforma de gestión del
cumplimiento RIGER, que ya utilizan algunos de los clientes de Atos en
España. Según Soria, otros grupos del consorcio están actuando de manera
similar con sus propios productos.
Master fue un proyecto de colaboración financiado por medio del
Séptimo Programa Marco de investigación (7PM) de la UE. Su labor se
correspondió con el objetivo estratégico «Infraestructuras seguras,
fiables y de confianza» (Secure, dependable and trusted
infrastructures), definido en el programa de trabajo de TIC para
2007-08.
Enlaces útiles:
- Proyecto «Gestión de la garantía, la seguridad y la confianza de servicios»
- Registro de datos del proyecto Master en CORDIS
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