Unos investigadores dotados con financiación de la Unión Europea han desarrollado una nueva generación de productos impresos sostenibles e inteligentes. Gracias a integrar la electrónica en productos de papel, el equipo ha desarrollado una etiqueta altamente funcional que se puede imprimir y es capaz de ofrecer información sobre la temperatura o los niveles de toxicidad y contaminación.
El proyecto
APPLE (Autonomous printed
paper products for functional labels and electronics) adoptó un enfoque
multidisciplinar y reunió a doce socios de los sectores de la
investigación e industrial dedicados a diferentes campos, como puedan
ser la ciencia y la ingeniería de los materiales, la química, la física,
la electrónica, así como las micro y nanotecnologías. La iniciativa
concibió productos de papel, como puedan ser las etiquetas, con
propiedades específicas y autónomas que interactúan con los usuarios y/o
informan sobre los cambios ambientales.
El trabajo se centró en el desarrollo de nuevos tipos de papel, fibras y tintas a escala industrial, así como en el de novedosos componentes entre los que se cuentan sensores, pantallas, módulos de memoria y baterías susceptibles de ser imprimidos. También se están desarrollando tanto un novedoso proceso de fabricación como una nueva tecnología de impresión de los que, con el tiempo, surgirá un amplio sector de productos de papel híbridos —en parte orgánicos y en parte inorgánicos— rentables y con un mayor número de funciones.
Después de elaborar unas etiquetas que disponen de funciones relacionadas con la seguridad, el equipo puso a prueba las posibilidades de impresión de tres variedades de papel en lo referente a los componentes funcionales y periféricos. El equipo también fabricó circuitos híbridos y realizó ensayos relativos a la eficiencia tanto de la impresión como de la integración eléctrica. Asimismo, se llevaron a cabo pruebas de funcionamiento de la impresión a escala industrial en una fábrica con el fin de extrapolar los resultados del trabajo a los demostradores. Además, en el mismo recinto se instaló y probó un sistema de inspección visual.
El trabajo del proyecto abre las puertas a la renovación del sector industrial dedicado al papel al favorecer la fabricación de productos con nuevas funciones. De esta forma, los resultados de APPLE brindan nuevas oportunidades para las industrias papelera y de la impresión en el campo al alza de los productos electrónicos impresos de bajo coste y con un elevado valor añadido. Esta tecnología también cuenta con el potencial necesario para su aplicación en sectores relacionados con la seguridad pública —para supervisar los niveles de toxicidad y contaminación atmosférica, por ejemplo—, el envasado —controlar la calidad de los alimentos durante su almacenamiento y transporte—, así como con la producción y el uso de sustancias químicas.