Recubrimientos inteligentes para estructuras marítimas

Offshore transformer Belfast
Ross [CC BY-SA 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)], via Wikimedia Commons
Uno de los mayores desafíos para el siglo XXI es garantizar el suministro de energía prestando especial atención a las fuentes de energía renovables. Se han creado unos recubrimientos inteligentes anticorrosivos y antiincrustantes que resisten a las duras condiciones del entorno marino y que, por tanto, ayudarán a cumplir estos objetivos.
 
Los parques eólicos marinos son una de las tecnologías más prometedoras 
para poder satisfacer la demanda energética mundial de forma sostenible.
 La UE apoyó el desarrollo de materiales inteligentes para reducir la 
corrosión y mejorar la protección contra las incrustaciones de 
estructuras marinas a través de la financiación del proyecto 
«Nanocontainer-based active coatings for maritime applications» 
(NANOMAR).
Los nanocontenedores son compartimentos diminutos que almacenan 
moléculas para liberarlas de forma controlada. Se ha investigado su uso 
en recubrimientos para liberar biocidas e inhibidores de la corrosión 
como respuesta a los daños en el revestimiento. El consorcio reunió las 
capacidades individuales de especialistas de Brasil, Europa y Rusia en 
esta iniciativa tan innovadora. El intercambio de conocimientos 
científicos y personal, este último destinado a formar a jóvenes 
investigadores, constituyeron los pilares básicos del proyecto para 
fraguar una colaboración duradera.
Se seleccionaron inhibidores de la corrosión para el acero al 
carbono, ya que no hay disponibles sustancias así para este metal que 
sean idóneas para las condiciones hostiles de las aplicaciones 
marítimas. Las especies activas más prometedoras fueron encapsuladas en 
microcontenedores y nanocontenedores que pudieran liberarlas en 
presencia de distintos desencadenantes. Los biocidas se introdujeron en 
depósitos orgánicos e inorgánicos. Se utilizaron los perfiles de 
liberación de los nanoaditivos para determinar la compatibilidad con las
 configuraciones de los recubrimientos.
El primer paso fue integrar cada uno de los biocidas o inhibidores 
de corrosión en recubrimientos para poner a prueba sus prestaciones 
individuales en experimentos controlados. El equipo empleó técnicas 
electroquímicas y ensayos acelerados de resistencia a la corrosión y 
evaluación de la capacidad antiincrustante durante la exposición a las 
plataformas marítimas. Se mezclaron los nanoaditivos más prometedores en
 un recubrimiento multifuncional y se sometieron a pruebas en 
funcionamiento en una plataforma marítima en Brasil.
En estos momentos, el consorcio está seleccionando el sistema 
multifuncional más adecuado para su implantación industrial. El 
desarrollo de una nueva generación de recubrimientos inteligentes y 
sostenibles beneficiará a numerosos sectores. Entre ellos cabe destacar 
el sector de la energía y el transporte marítimo, verdaderos pilares de 
muchas economías y actividades vitales para el progreso socioeconómico a
 nivel mundial.
publicado: 2015-04-03