¡Llega la era del coche a reacción!
Es tarde y todo está oscuro. Circula a gran velocidad por el centro de una gran ciudad. Le están persiguiendo, y sus perseguidores le ganan terreno muy deprisa. Con una sonrisa de confianza, aprieta el botón de «lanzamiento» de su automóvil a reacción y éste despega, esfumándose en el cielo nocturno. Los bandidos quedan en tierra, sin poder más que contemplar la estela dejada en el aire por su vehículo. Puede parecer la trama de una película cualquiera de superhéroes, pero la realidad (quitándole la dramatización) podría estar mucho más cerca de lo que piensa.
Sus creadores, el diseñador Greg Brown y el ingeniero Dave Fawcett, aspiran a contar con un prototipo funcional de este vehículo, el GF7, en cuestión de unos pocos años.
El GF7 tendrá cuatro plazas y está diseñado para que pueda circular tanto por tierra como por aire. Hay más detalles al respecto en iflscience.com: «En tierra se valdrá de un motor eléctrico que le permitirá alcanzar 160 km/h. Una vez listo para despegar, se desplegarán sus alas hasta alcanzar una envergadura de 7 metros y un motor de propulsión de 1 600 kilogramos de peso lo impulsará por el aire a 885 km/h hasta una altura de 12 000 metros».
Por su parte, en Gizmag se informa que el diseño del GF7 contempla un ala plegable básica, mientras que para circular por tierra contará con una batería totalmente eléctrica de 50 kWh que será recargada en vuelo por el motor a reacción. Tras cada periodo de recarga, el vehículo dispondrá de una autonomía de 129 a 193 kilómetros.
El diseñador, Greg Brown, explicó a Gizmag el motivo de construir este automóvil híbrido. «A medida que profundizamos en los correspondientes sistemas, cobramos conciencia de su elevada complementariedad. Se puede ahorrar combustible del motor a reacción empleando el motor eléctrico para desplazarse por la pista de despegue y arrancar el motor de turbina cuando se necesita. Los motores eléctricos, con un par de torsión elevado, ayudan al motor a reacción a acelerar para despegar, reduciendo así el recorrido de despegue (será como el despegue teniendo una cámara de postcombustión). Además, el motor de turbina produce una gran capacidad eléctrica adicional con la que cargar las baterías».
El coste de disfrutar de esta experiencia al estilo de Batman no será barato. Según Gizmag, se calcula que el coste del GF7 será superior a 2,2 millones de euros, muy por encima de otros coches volantes actualmente en proceso de desarrollo, como el Terrafugia, valorado en unos 205 000 euros. Además, pueden surgir complicaciones de tipo logístico durante el proceso de producción del GF7 y su salida al mercado. Una incógnita es la relativa a los requisitos legales para obtener la licencia de pilotaje.
Gizmag recuerda que, pese a los programas televisivos de ciencia ficción de la década de los años sesenta, que anunciaron la llegada de coches a reacción en el siglo XXI, esta proyección no se ha materializado por el momento. Pero las fantasías de los guionistas de los sesenta podrían ahora cumplirse con el GF7 y con otros vehículos volantes como el Terrafugia Transition, el Aeromobile, el giroplano triciclo PAL-V y la vagoneta volante AT Transformer.
publicado: 2015-01-02