El envejecimiento de la población está cambiando la dinámica de la
sociedad y también la economía. Para 2050 no serán cuatro, sino dos tan
solo, los europeos en edad de trabajar por cada persona mayor de sesenta
y cinco años. En un plazo de una década, se calcula que Europa se verá
obligada a cuidar de ochenta y cuatro millones de personas aquejadas de
afecciones derivadas del envejecimiento.
Pero este reto presenta también una cara positiva. En conjunto, los
europeos mayores de sesenta y cinco años tienen a su disposición unos
ingresos superiores a tres billones de euros, y buena parte de esa suma
irá a parar a sectores de la economía dedicados a los cuidados. En
opinión de Stephen Von Rump, director ejecutivo de Giraff Technologies
AB, el mercado de la UE relativo a robots y otros dispositivos que
ayudan a cuidar de los ancianos tendrá un valor de 13 000 millones de
euros en 2016, y al menos de 14 500 millones de euros en Estados Unidos.
La demanda está poniendo a prueba los límites de los servicios de
atención de numerosos países. La tecnología podría ofrecer soluciones
útiles. En palabras del Sr. Von Rump: «Hoy en día se calcula que en la
UE hay cinco millones de hogares donde viven ancianos que reciben
servicios de atención formales, y la cifra asciende a doce millones a
escala mundial. Esas cifras, además, se multiplicarían por más de dos si
se contaran los ancianos que no reciben cuidados formales pero estarían
dispuestos (o sus familiares lo estarían) a pagar un servicio de
teleasistencia que les permitiera vivir más tiempo en su hogar».
GIRAFF+: un cuidador robótico en el hogar
GIRAFF+ es un proyecto de investigación apoyado por la UE cuyo
cometido es probar si una red de sensores en cooperación con un robot
permitiría a personas ancianas llevar una vida más independiente y
segura y disfrutar de relaciones sociales desde su vivienda. La estrella
del sistema es Giraff, un robot de telepresencia. Se desplaza por la
vivienda de la persona y es capaz de interactuar con sus familiares,
amigos y profesionales sanitarios por videoconferencia. El sistema de
GIRAFF+ está equipado con sensores repartidos por la casa y por
dispositivos ponibles. Dichos sensores se han diseñado para que detecten
actividades como cocinar, dormir o ver televisión, pero también aportan
información de tipo médico como la tensión arterial y la temperatura
corporal. Así, permiten que los cuidadores del individuo interesado
puedan vigilar a distancia su bienestar y detectar si se ha producido
una caída. Una de las usuarias del prototipo de GIRAFF+ es Lea Mina
Ralli, de noventa y cuatro años, quien escribió en su blog: «Me
preguntan por qué no me voy a vivir con mi hija, pero ella tiene a mis
nietos y muchas otras responsabilidades. Pero con este asistente tan
valioso, al que llamo "Sr. Robin", veo con mayor tranquilidad los años
venideros, y lo mismo les ocurre a mis hijos y nietos».
El mercado al alza de las tecnologías de asistencia
Según informó Amy Loutfi, coordinadora del proyecto: «El sistema se
instalará en quince viviendas antes del fin de 2014. Hasta ahora
disponemos de seis casas en Europa (dos en España, dos en Suecia y otras
dos en Italia) donde los ocupantes han convivido con el sistema
GIRAFF+. Nos encontramos a mitad de las evaluaciones, pero ya vemos que
los distintos usuarios valoran de diversas maneras los diferentes
aspectos del sistema. Ello nos enseña que no existe un enfoque único
para todos en relación con esta tecnología doméstica, y que ésta debe
ser adaptable y también ajustarse a las necesidades del usuario».
Según Von Rump, se prevé que el sistema se produzca a escala
comercial el año próximo y se pueda contratar mediante un desembolso
inicial y una cuota mensual que lo haría competitivo si se compara con
el coste elevado y cada vez mayor de ingresar en una residencia.
Enlace al proyecto en CORDIS
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El 7PM en CORDIS
Enlace a la página web del proyecto
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Página web de GIRAFF+
Material audiovisual relacionado
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Vídeo
Otros enlaces
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Sitio web de la Comisión Europea sobre la Agenda Digital