La degradación de alimentos y piensos provocada por micotoxinas es un problema bastante extendido a nivel mundial. Un consorcio de empresas está preparando ahora prototipos de dispositivos de prueba de micotoxinas para su posible aplicación comercial.
Cerca de un tercio del alimento producido para el consumo humano en el mundo se pierde o se desperdicia, lo que significa un gran despilfarro de recursos naturales y humanos e incluso su agotamiento. Un equipo de científicos de la Unión Europea desarrolla tecnologías rentables para mejorar el tratamiento de los residuos alimentarios.
Unos investigadores han diseñado un nuevo método de pasteurización de la miel que no altera su valor nutricional o su calidad.
En el marco de un proyecto dotado con fondos europeos se examinaron distintas técnicas de secado de alimentos sensibles al calor. Se trata de métodos nuevos que aceleran el secado y reducen el consumo energético.
En los últimos años, la seguridad alimentaria se ha situado entre los temas políticos prioritarios. Sin embargo, pese a los inmensos avances logrados, sigue habiendo algunos problemas y cierta inquietud. El temor por los riesgos planteados por los alimentos ya no guarda tanta relación con garantizar el suministro y la variedad de productos, sino más bien con la seguridad, el bienestar animal, la salud vegetal, el etiquetado y la trazabilidad.
El arroz, el maíz, la soja y el trigo son la fuente principal de nutrientes para más de dos mil millones de personas residentes en países pobres. Con el cambio climático y el incremento del CO2 en el aire que respiramos, el valor nutricional de estos alimentos (ya de por sí bajo en comparación con la carne, por ejemplo) no hará sino decrecer.