Mejorar la calidad de los mejillones

El sector europeo del cultivo de mejillones en bateas se ha visto obstaculizado por una mala calidad de los productos, lo que ha conducido a un aumento de los descartes. Por tanto, investigadores europeos emplearon nuevas técnicas y mejores prácticas para hacer frente a los problemas en la cadena de suministro, minimizando así los descartes y mejorando la rentabilidad.

Actualmente, ciertas prácticas ineficaces de clasificación, manipulación, almacenamiento y transporte son las responsables de una producción deficiente de mejillones. Los socios del proyecto financiado por la Unión Europea MUSSELSALIVE (Development of best practice and new technology for grading, handling, transportation, conditioning and storage of mussels for SMEs in the European mussel industry) se propusieron mejorar la rentabilidad y la competitividad de las pequeñas empresas europeas del sector del cultivo de mejillones en batea por medio de la reducción de los residuos y de las pérdidas a lo largo de la cadena de producción y suministro, desde la recolección hasta la comercialización del producto.

Los investigadores buscaron mejorar la tecnología de clasificación y desarrollar una unidad de almacenamiento/transporte así como un sistema de recirculación para implantar los mejillones. Estos también se propusieron definir protocolos normalizados para el transporte y el almacenamiento de mejillones cultivados en bateas.

El consorcio realizó un estudio de mercado para evaluar los requisitos de los consumidores y enviaron distintos cuestionarios destinados a consumidores y productores de mejillones. También efectuó experimentos que demostraron que la temperatura, el consumo de oxígeno, la generación de amoníaco y el flujo de agua son, todos, factores críticos que influyen en el metabolismo y la supervivencia de los mejillones.

El proyecto MUSSELSALIVE demostró que era posible comercializar mejillones vivos de primera calidad incluso después de que estos hayan sido almacenados en un sistema de recirculación para el mantenimiento de mejillones durante treinta y tres días sin alimentación adicional. Estos resultados pusieron de manifiesto oportunidades que beneficiarán en gran medida al sector del marisco gracias a una mayor flexibilidad tanto en la recolección como en la comercialización del producto, reduciendo las restricciones climáticas y logísticas.

Es más, los productores no tendrán que recolectar cada día o con cada marea baja debido a la disponibilidad de un sistema de transporte listo y operativo en cualquier momento. El sector del cultivo de mejillones también se beneficiará gracias a su capacidad para comerciar su producto antes de que haya mareas rojas que conduzcan a períodos de veda. La falta de mejillones para minoristas, mayoristas y consumidores puede evitarse mediante el almacenamiento de mejillones vivos durante los períodos de veda.

Las nuevas técnicas y las mejores prácticas introducidas por el proyecto MUSSELSALIVE ayudarán a incrementar la supervivencia y la calidad del producto, mejorando así la rentabilidad y la competitividad del sector. Una mayor producción y la disponibilidad a lo largo de todo el año de mejillones incultivados en bateas ayudarán a mejorar la economía de las áreas rurales costeras gracias a la creación de nuevos puestos de trabajo.

publicado: 2015-09-07
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