Uso de tratamiento térmico para reducir la contaminación de alimentos

Unos investigadores han desarrollado nuevas tecnologías para monitorizar y controlar la contaminación de los alimentos durante el procesamiento sin alterar su sabor o sus propiedades nutricionales.

Desde que en 2002 se detectó la presencia de trazas de acrilamida en una gran variedad de alimentos, ha aumentado la precaución con respecto a la seguridad de las sustancias que se forman en los alimentos durante el procesamiento térmico. PROMETHEUS (Process contaminants: Mitigation and elimination techniques for high food quality and their evaluation using sensors & Simulation) es un proyecto financiado por la UE creado para abordar estas cuestiones y lograr los objetivos sin mermar la calidad de los alimentos ni la seguridad microbiológica.

El proyecto investigó cómo importantes contaminantes se forman durante los procesos de tratamiento, y como pueden mitigarse. Se han desarrollado nuevas tecnologías con aplicaciones industriales en mente. Los modelos alimentarios escogidos fueron varios preparados para lactantes, galletas, alimentos envasados para bebés y conservas de pescado y verduras. Los contaminantes específicos que fueron estudiados fueron la acrilamida, los ésteres glicidol y el furano, elegidos sobre la base de la toxicidad, la exposición de los consumidores y la pertinencia en relación con los alimentos estudiados.

Los investigadores examinaron diferentes métodos de calentamiento para prevenir la formación de contaminantes. Las aplicaciones de calentamiento óhmico a alimentos infantiles y la esterilización térmica a alta presión a conservas de pescado redujeron los niveles de contaminantes durante el procesamiento. Esta aplicación se ajusta a las importantes demandas del consumidor relativas a contar con alimentos de alta calidad con características naturales, mantener el valor nutricional y la vida útil, así como reducir el nivel de contaminantes. El calentamiento óhmico implica hacer pasar una corriente eléctrica a través de un elemento.

Los miembros del equipo crearon unos sensores prototipo para supervisar la seguridad, el aspecto y las propiedades nutricionales de los alimentos. Asimismo, han preparado una lista de compuestos que pueden formarse durante el calentamiento.

La información obtenida y las tecnologías creadas durante el transcurso del proyecto PROMETHEUS ayudan a proteger al consumidor. Sus otros adelantos están llamados a elevar la competitividad del sector alimentario gracias a una mejor regulación de los contaminantes.

publicado: 2015-09-04
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