Envases ecológicos basados en composites de celulosa microfibrilada extraída de residuos de cereales

Un equipo científico trabaja en la incorporación de celulosa microfibrilada obtenida de residuos de cereales para generar un envase ligero, renovable y biodegradable con propiedades de barrera y mecánicas mejoradas y con una huella ecológica reducida.

En Europa se desecha más del 35 % de la producción de cereales, mientras que los envases convencionales generan al año más de cinco millones de toneladas de plásticos que acaban en vertederos. Cabe, no obstante, la posibilidad de reducir los residuos de cereales y de envases mediante aplicaciones útiles y respetuosas con el medio ambiente.

El proyecto financiado con fondos europeos FUNKIFIBRE confía en extraer fibras fundamentales de los residuos de la avena para reforzar los materiales plásticos y así crear envases más sostenibles y mejores.

Los socios del proyecto seleccionaron dos flujos de residuos de la avena y crearon métodos para extraer y modificar fibras microfibriladas fundamentales. Optimizaron métodos mecánicos capaces de lograr que las fibras sean compatibles con composites plásticos existentes y en adelante trabajarán en abaratar los procesos de fabricación.

Investigadores y empresas participantes en el proyecto desarrollarán y caracterizarán dos tipos de envases plásticos tradicionales para identificar cuáles son los más adecuados para los usos que FUNKFIBRE quiere darles. El proyecto pasará en breve de los estudios piloto a los ensayos a escala industrial.

La labor de FUNKIFIBRE dará a conocer el problema entre los consumidores y fomentará así la adquisición de productos envasados de un modo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Este distanciamiento de los métodos convencionales influirá en las industrias de los cereales y el envasado y aliviará la carga que soporta el medio ambiente.

publicado: 2015-05-22
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