El secado de alimentos es un método de conservación muy antiguo y
normalmente eficaz. Uno de los métodos usados en la actualidad es el
calentamiento, que puede perjudicar a ciertos alimentos delicados a
menos que el proceso se controle con esmero.
El proyecto financiado por la «Novel microwave-assisted vacuum drying for heat sensitive foods» (
MILD-DRY)
propuso una nueva manera de secar alimentos. El sistema creado combina
tecnologías de microondas y de vacío, y acorta en un 40 % el proceso de
secado, además de ofrecer un ahorro energético. Esta innovadora
propuesta mejora la calidad y el valor nutricional de los alimentos
desecados en comparación con los métodos convencionales. El proyecto,
que corrió a cargo de un consorcio formado por nueve entidades, estuvo
en marcha entre septiembre de 2012 y agosto de 2014.
Para empezar, el equipo del proyecto definió las necesidades de las
empresas dedicadas al secado de alimentos. Seguidamente se hizo una
validación en laboratorio de la tecnología propuesta. Hubo un retraso en
los ensayos con microondas, pero los trabajos avanzaron a buen ritmo en
lo referente a recabar información de base y desarrollar la
metodología. El equipo completó los plazos con antelación y empezó a
planificar la creación de un prototipo a escala industrial. Se
realizaron pruebas de laboratorio con tres tipos de frutos. Está
prácticamente ultimada la preparación de los ensayos previstos.
Además, los integrantes del proyecto desarrollaron una estrategia de
aprovechamiento comercial de la que podrían surgir patentes. En la
página web del proyecto se colgaron notas de prensa que se distribuyeron
a medios de comunicación.
El prototipo del sistema creado en el proyecto MILD-DRY supuso un
paso significativo de cara a ofrecer una ventaja competitiva a las
pequeñas empresas europeas dedicadas al secado de alimentos.