Un grupo de científicos está desarrollando productos biológicos para detectar, controlar y limpiar de forma ecológica las mareas negras.
Cada vez se emplea la electricidad con mayor frecuencia en los motores de giroaviones en aras de una mayor eficiencia y seguridad. La alimentación de estos sistemas eléctricos mediante conversión del calor residual garantizará la sostenibilidad.
Se está creando una red de investigación entre instituciones de China y la Unión Europea de cara a incrementar el grado de conocimiento en materia de calidad del aire y cambio climático.
Para abordar la cuestión de la calidad de las aguas residuales, los investigadores están rediseñando los sistemas de tratamiento y proporcionando información más útil a los legisladores.
Un equipo de científicos financiados por la Unión Europea se embarcó en el estudio de nuevos materiales para mejorar la capacidad fotocatalítica del dióxido de titanio (TiO2). Los catalizadores de láminas delgadas diseñados descontaminan el agua con mayor eficiencia.
Unos investigadores han desarrollado un sistema de biofiltración novedoso que puede eliminar nitrógeno y fósforo de las aguas residuales sin la presencia de materia orgánica.
Un equipo de investigadores ha mostrado que las bacterias de los ecosistemas fluviales son capaces de descomponer contaminantes orgánicos comunes.
Mantener grandes reactores en vuelo mientras atraviesan miles de kilómetros a gran velocidad consume mucho combustible. Una nueva tecnología que reduce la resistencia aerodinámica y el peso podría reducir de forma importante el consumo de combustible y los costes y las emisiones asociadas.
Un equipo de científicos financiado con fondos europeos desarrolló sistemas electrónicos ligeros, pequeños y de baja potencia para actuadores que se pueden encontrar en aplicaciones aeronáuticas.
En junio de 1770, el explorador James Cook encalló en la Gran Barrera de Coral australiana y se convirtió en el primer europeo en descubrir el mayor arrecife de coral del mundo, hoy día un paraíso para científicos y turistas. El año pasado, el buque de investigación James Cook partió para estudiar corales singulares e inexplorados, esta vez en las profundidades del océano. El equipo, coordinado por Laura Robinson (Universidad de Bristol), beneficiaria de una beca del Consejo Europeo de Investigación (CEI), cruzó el Atlántico ecuatorial para recoger muestras de corales localizados a miles de metros de profundidad. En la expedición, la doctora Robinson obtuvo muestras que aportan indicios sobre cambios climáticos del pasado y próximamente expondrá sus descubrimientos en TEDx Brussels.
El crecimiento de algas verdeazuladas en los lagos, charcas de gran tamaño, pantanos y aguas de uso público en general resulta dañino para el medio ambiente y la salud de los humanos. Con frecuencia, esta clase de algas provoca el deterioro de la calidad del agua, además de despedir un olor excepcionalmente desagradable. Estas algas consumen gran cantidad del oxígeno existente en el agua y no dejan el suficiente para otros animales como los peces. Además, secretan toxinas que pueden provocar irritaciones cutáneas y que se sospecha pueden ser una causa de cáncer de hígado.
Una calidad del aire deficiente supone un grave riesgo para la salud que conlleva enfermedades pulmonares, cardiovasculares y cáncer. Además, la contaminación atmosférica repercute en el medio ambiente, afectando así a la calidad del agua dulce, del suelo y de los ecosistemas.
La calidad del aire en interiores (CAI) influye en la salud y el bienestar de la población, pero en los últimos años existe una inquietud creciente por la presencia de contaminantes en los entornos cerrados, sobre todo por la dificultad de detectarlos y de establecer niveles críticos.
Los aeropuertos realizan un gasto muy elevado de energía, que se suma a la que consumen los vuelos. De hecho, un aeropuerto de grandes dimensiones gasta a diario tanta energía térmica y eléctrica como una ciudad de cien mil habitantes.
Normalmente el océano evoca imágenes de aguas profundas de un intenso azul oscuro y olas perfectas que bullen de organismos exóticos y no tanto las de enormes islas de residuos plásticos como la Gran mancha de basura del Pacífico, una acumulación de deshechos que hay quien sostiene que supera en tamaño a los Estados Unidos. Por desgracia se teme que las acumulaciones de residuos de esta naturaleza crezcan parejas a la producción de plástico en los últimos decenios. Sorprendentemente, un equipo de científicos descubrió que estas moles flotantes están atravesando un proceso de reducción para el que aún no existe una razón fundada y que podría no ser en absoluto positivo.
El arroz, el maíz, la soja y el trigo son la fuente principal de nutrientes para más de dos mil millones de personas residentes en países pobres. Con el cambio climático y el incremento del CO2 en el aire que respiramos, el valor nutricional de estos alimentos (ya de por sí bajo en comparación con la carne, por ejemplo) no hará sino decrecer.