El efecto del cambio climático sobre el mimetismo de la naturaleza

Gracias a fondos europeos, unos investigadores estudian los efectos de los cambios climáticos sobre los sírfidos (criaturas que imitan a avispas y abejas) y las consecuencias evolutivas de dichos cambios.

De un modo u otro, todas las plantas y animales interactúan con otras plantas o animales. Por ejemplo, unos comen o son comidos por otros. Otras veces compiten entre sí por obtener agua o alimento, por ejemplo cuando varias aves se disputan un comedero. Pero a veces los animales y las plantas cooperan en beneficio mutuo, como ocurre con los hongos y las algas que se encuentran en los líquenes.

Evidentemente, tales asociaciones no se producen de la noche a la mañana, sino que son fruto de una larga historia de coexistencia durante la cual se alcanza cierto grado de equilibrio que permite animales y plantas colaborar de un modo estable. No obstante, algunos de estos «matrimonios de conveniencia» históricos peligran de forma inminente a consecuencia del rápido cambio climático provocado por el ser humano, que podría desbaratar la interacción de las especies en cuestión.

Los sírfidos, a escena

Esta amenaza de desacoplamiento constituye un fenómeno relativamente nuevo, y por ello se sabe poco acerca de sus efectos sobre las especies y sus posibles consecuencias a largo plazo. El proyecto financiado con fondos europeos ECOEVOMIMIC trata de llenar esa laguna de conocimiento siendo el primero en estudiar el impacto del cambio climático sobre el sistema de mimetismo. Los «imitadores» escogidos fueron los sírfidos, un grupo de especies que imitan a las abejas y avispas. Los sírfidos, al igual que las criaturas que imitan, son polinizadores de gran importancia económica y su población total también está disminuyendo.

En palabras del Dr. Christopher Hassall, investigador del proyecto: «Me interesan las consecuencias evolutivas de las alteraciones, en cuanto a la temporización, de la actividad animal. Concretamente, el proyecto trata de esclarecer las respuestas ecológicas al cambio climático en estos animales y también las consecuencias evolutivas de esas respuestas. También pretende probar —de forma experimental y novedosa— ciertas hipótesis relativas a la evolución del mimetismo en una gama de grupos de animales».

Experimentos de campo y psicología humana

En la primera etapa del proyecto, el Dr. Hassall y su equipo consiguieron demostrar que los sírfidos están modificando activamente su fenología en respuesta al cambio climático. A partir de este hallazgo, están examinando las consecuencias para estos animales y para su relación con otras especies. En palabras de Hassall: «Los sírfidos, que no pican y son inofensivos, imitan la apariencia, el comportamiento y los sonidos de las abejas y avispas para ahuyentar a depredadores. Pero este mimetismo se fundamenta en que los depredadores sean capaces de aprender a evitar a las avispas y abejas y, seguidamente, se alejen de los sírfidos que se asemejen a ellas».

Por consiguiente, la segunda etapa del proyecto está dedicada a estudiar de qué manera los cambios en la temporización de la actividad de los sírfidos —en relación a las avispas y abejas— podrían repercutir en la capacidad de aprendizaje de los depredadores. Para lograrlo, el equipo del proyecto realiza una serie de experimentos de campo y de experimentos de psicología humana con el propósito de examinar el modo en que los depredadores perciben las modificaciones de los patrones de su entorno.

El diseño de los experimentos de ECOEVOMIMIC gira en torno a un control experimental constante. Pese a que en los experimentos de campo el grado de control fue muy escaso, habiendo además un gran número de incertidumbres, estos también proporcionaron la información más esclarecedora con respecto a cuestiones biológicas. Por otro lado, se recurrió a juegos informáticos en los que los participantes (humanos) cumplían el papel de depredadores. Aquí fue posible un grado de control muy superior, pero evidentemente los humanos no son depredadores de sírfidos. A pesar de todo, se presume que la maquinaria cognitiva general aplicada por los humanos tiene una similitud suficiente con la de las aves para que resulte de utilidad a la hora de realizar inferencias de índole biológica.

Diversidad y distribución

La relevancia del proyecto ECOEVOMIMIC radica en que examina las consecuencias del cambio climático sobre un grupo de insectos desatendido pero importante. «Estos animales son polinizadores importantes, y en muchos casos también ayudan a controlar plagas como son los áfidos — informó el Dr. Hassall—. Por tanto, nuestros hallazgos ayudan a entender de qué manera se verán afectados los ecosistemas por los cambios climáticos, y amplía nuestros conocimientos sobre la diversidad y distribución de un importante grupo polinizador».

Para más información, consulte:
Página web del proyecto

publicado: 2016-09-14
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