La investigación de la UE aborda la contaminación atmosférica
Una calidad del aire deficiente supone un grave riesgo para la salud que conlleva enfermedades pulmonares, cardiovasculares y cáncer. Además, la contaminación atmosférica repercute en el medio ambiente, afectando así a la calidad del agua dulce, del suelo y de los ecosistemas.
Sin duda, en Europa se dejan sentir los efectos de la contaminación
atmosférica. Se calcula que en 2010 más de 400 000 personas fallecieron
en la Unión Europea de forma prematura a causa de esta contaminación, y
que casi dos tercios de la superficie terrestre del bloque estaban
expuestos a una cantidad de nutrientes que rebasaba los niveles
considerados seguros.
Además de afectar a la salud y al medio ambiente, la deficiencia de
la calidad del aire influye también en la economía, puesto que
incrementa los costes médicos y es perjudicial para los materiales y los
edificios. Concretamente, se calcula que el coste económico de los
aspectos sanitarios por sí solos oscila entre 330 000 y 940 000 millones
de euros (entre el 3 % y el 9 % del PIB de la UE).
La contaminación atmosférica constituye un problema grave y al alza
en todo el mundo, sobre todo en grandes ciudades como Pekín, Bangkok,
Ciudad de México y Los Ángeles. Existen indicios contundentes a escala
internacional de que la contaminación atmosférica tiene un efecto grave
en la salud. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
clasifica la contaminación atmosférica y la presencia de materia en
partículas como factores cancerígenos.
A raíz de las dimensiones y de los efectos de este problema,
próximamente se incrementará de forma drástica la demanda de métodos de
producción y de productos con bajas emisiones. Por consiguiente, el
desarrollo de tecnologías y procesos que permitan vigilar, analizar y
abordar mejor la contaminación atmosférica no sólo beneficiará a la
salud y medio ambiente, sino que también impulsará la innovación y
reforzará la competitividad europea.
Los esfuerzos científicos europeos pueden ayudar a hacer frente a la
contaminación atmosférica, por ejemplo investigando maneras de reducir
la contaminación procedente del transporte público y de la
infraestructura de transportes en general y desarrollando mejores
métodos de aislamiento de inmuebles, así como tecnologías para los
electrodomésticos de calefacción y los sistemas informáticos que ayuden a
proteger a la sociedad frente a los picos de contaminación.
publicado: 2015-01-22