Astrónomos descubren planetas similares a la Tierra capaces de albergar agua

Nuevos estudios muestran que los siete planetas que orbitan a la estrella enana TRAPPIST-1 están compuestos en su mayoría de roca, y que algunos podrían tener más agua que la Tierra.

La búsqueda de vida en otros sistemas solares dio lugar al sorprendente descubrimiento hace un año de siete planetas de un tamaño similar al de la Tierra en torno a TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría situada a menos de cuarenta años luz de la Tierra. Los responsables de este gran descubrimiento continuaron sus investigaciones a fin de conocer estos planetas con mayor detalle, una labor que aportó información sobre su naturaleza y composición.

En una época en la que la astronomía tiene capacidad para buscar planetas potencialmente habitables en torno a estrellas distintas al Sol, el proyecto financiado con fondos europeos SPECULOOS se dedicó en concreto a las más pequeñas y tenues. El tamaño y la debilidad de estas estrellas enanas ultrafrías las convierte en candidatas ideales para el estudio de sus planetas dada la tecnología disponible. Pero los planetas de TRAPPIST-1 también presentan otras ventajas. Sus periodos orbitales cortos duran entre 1,5 y 18,7 días, de forma que generan muchas oportunidades de observación desde la Tierra al pasar por delante de su estrella.

Las ventajas que ofrecen las características del sistema planetario de TRAPPIST-1 se aprovecharon mediante un estudio con los telescopios terrestres TRAPPIST y SPECULOOS y los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, herramientas que permitieron ampliar los estudios sobre la naturaleza y la posible habitabilidad de los planetas. Sus observaciones generaron cálculos más precisos de las distancias, la temperatura, el radio y la masa de la estrella enana. Esta información reviste importancia de cara a conocer mejor los planetas que la orbitan.

Un estudio más preciso de los planetas de TRAPPIST-1

Estudios adicionales mostraron que los siete planteas de tamaño similar a la Tierra en torno a TRAPPIST-1 son mayormente rocosos y que podrían contener más agua que la Tierra. De hecho, según indican los cálculos de densidad, hasta el 5 % de la masa de algunos de ellos podría ser agua, doscientas cincuenta veces la que contienen los océanos de la Tierra.

Los estudios realizados también desvelaron que los planetas más calientes y cercanos a la estrella enana podrían estar rodeados de una atmósfera densa y vaporosa, mientras que los más alejados podrían tener superficies heladas. Es más, la ausencia de una atmósfera rica en hidrógeno en tres de los planetas apunta a que no son gaseosos y ni inhospitables como los gigantes gaseosos de nuestro Sistema Solar. Estos datos respaldan la teoría de que su composición podría ser similar a la de la Tierra y, por tanto, es probable que se pueda desarrollar vida en ellos.

¿Y ahora qué?

Estos descubrimientos son solo el punto de partida tal y como sugiere el astrónomo Dr. Michaël Gillon de la Universidad de Lieja (Bélgica) en un artículo publicado en el sitio web del Consejo Europeo de Investigación. El nuevo Telescopio Espacial James Webb que la NASA y la Agencia Espacial Europea pondrán en órbita a principios de 2020, permitirá a la comunidad científica conocer con mayor detalle las atmósferas de los planetas de TRAPPIST-1, «sobre todo, medir su composición y detectar posibles moléculas de origen biológico», declaró el Dr. Gillon.

«En los planetas de tamaño similar al de la Tierra con temperaturas templadas —y posiblemente habitables—, el potencial de detección de SPECULOOS será mucho mayor», indica el Dr.Gillon en la «Revista Science». «Los próximos años serán muy emocionantes».

No obstante, la búsqueda de más información sobre esta estrella y sus planetas no significa que se haya abandonado la búsqueda de otros sistemas que pudiesen ser habitables. El Dr. Gillon aprovechará, como parte de la investigación de SPECULOOS, el observatorio financiado en parte con fondos europeos que está preparando en Paranal (Chile) para estudiar cerca de mil estrellas en busca de otros sistemas planetarios como TRAPPIST-1.

Tras detectar los planetas de TRAPPIST-1 en el proyecto SPECULOOS (SPECULOOS: searching for habitable planets amenable for biosignatures detection around the nearest ultra-cool stars) sus miembros siguen trabajando para descubrir planetas ajenos a nuestro Sistema Solar en los que podría desarrollarse vida.

Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto SPECULOOS

publicado: 2018-04-27
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