Para abordar el reto que supone la generación de energía, la NASA ensayará en septiembre en el desierto de Nevada reactores de dos metros de alto desarrollados en el proyecto
«Kilopower». Estas pruebas se producen cincuenta y dos años después de poner el primer reactor nuclear en órbita. En declaraciones al periódico del Reino Unido
Times, Lee Mason, investigador principal del proyecto en el Centro de Investigación Glenn de la NASA en Ohio indicó: «Es la primera vez [desde la década de los años sesenta] que la NASA ha desarrollado firmemente un reactor para aplicaciones espaciales».
El último reactor de fisión ensayado por la NASA fue el SNAP (Systems for Nuclear Auxiliary Power) en la década de 1960. Su sistema de generadores termoeléctricos por radioisótopos ha alimentado docenas de sondas espaciales como el explorador Curiosity.
Un
artículo reciente publicado por el periódico británico Independent, explica la necesidad de contar con energía para generar combustible, aire y agua y para recargar las baterías de vehículos exploradores y otros equipos. Si la unidad supera los ensayos de diseño y rendimiento, la NASA la probará en Marte. Un informe de esta agencia determinó la necesidad de contar con 40 kW de energía para llevar a cabo una expedición humana a Marte. Los reactores en desarrollo son capaces de generar 10 kW cada uno, así que será necesario contar con cuatro de ellos.
Lee Mason declaró a
Fox News que las unidades se lanzarían «frías»: «Los reactores tienen un inventario radiológico muy bajo durante el lanzamiento (menos de 5 curios), y son muy benignos». Añadió además que: «No contienen productos de fisión hasta que se enciende el reactor, momento en el que empieza a generar algo de radiación».
La energía solar también es una opción pero que limita la producción de energía a las regiones expuestas a suficiente luz solar como para cargar baterías. El cráter Shackleton de la Luna, un candidato para las incursiones lunares gracias a sus recursos hídricos, está en completa oscuridad. Los puntos más soleados de Marte reciben tan solo una tercera parte de la luz solar que recibe la Tierra.
Los progresos tecnológicos dependen de humanos resilientes para aprovecharlos
Los retos que entraña la creación de métodos para mantener viva la población y lograr que prospere en un ambiente tan hostil ya se están estudiando. En este sentido se ha puesto en marcha la formación que permitirá estudiar las dinámicas de equipo y el impacto del aislamiento.
En el volcán Mauna Loa en Hawái, seis personas acaban de salir de un aislamiento de ocho meses en condiciones similares a las marcianas. El equipo de Hi-SEAS se tuvo que enfrentar a limitaciones de agua y electricidad realistas. Vivieron gracias a alimentos liofilizados o lo suficientemente estables como para aguantar la misión al completo. La exposición al mundo exterior se compuso de salidas semanales al entorno más inmediato en un traje similar al que se utilizaría en una misión real. El contacto con el mundo exterior se limitó al correo electrónico con un retraso de veinte minutos, justo el que experimentarían los astronautas en una misión a Marte.
El volcán hawaiano se eligió por sus características físicas, puesto que existen pocos indicios de existencia humana y las plantas son escasas a dicha altitud. Las características geológicas del volcán ofrecieron al equipo la capacidad de obtener muestras y realizar estudios tal y como lo harían en Marte. Si bien este tipo de estudios es incapaz de determinar todos los elementos de una misión tripulada a un entorno tan lejano y hostil, en una
serie de vídeos publicada en el sitio web de New York Times, los participantes expusieron las lecciones que habían aprendido durante la experiencia.
Los descubrimientos de la misión Hi-SEAS influirán en las decisiones que determinen qué astronautas se seleccionarán para un viaje espacial de larga duración. En el
cuarto vídeo, publicado el 2 de julio de 2017, el equipo responde a algunas preguntas de los lectores, y relatan lo que más echaron de menos en los ochos meses de aislamiento, cómo abordaron las confrontaciones y si, dada la oportunidad, aceptarían o rechazarían ir a Marte.