El polvo cósmico en los albores del Universo

El descubrimiento de polvo estelar brillante en una nube galáctica distante puede servir para esclarecer las características del Universo primigenio.

El polvo cósmico se crea en el interior de las estrellas antes de repartirse por el Universo cuando estas mueren en forma de supernovas espectaculares. Este polvo es además el componente básico con el que se forman estrellas y planetas nuevos.

No obstante, antes de que murieran las primeras generaciones de estrellas, el polvo cósmico era muy poco común. Por esta razón resulta tan apasionante el descubrimiento de grandes cantidades de polvo cósmico en una galaxia de tan solo 600 millones de años, máxime si se tiene en cuenta que el Big Bang se produjo aproximadamente entre 12 000 y 14 000 millones de años atrás.

Una mirada al pasado

Al hallazgo contribuyó el proyecto FIRST LIGHT, el cual permitió al investigador Nicolas Laporte y sus colegas del University College de Londres (Reino Unido) utilizar el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) para ahondar en el pasado más todavía. Esta instalación astronómica internacional, en la que participa el Observatorio Europeo Austral (ESO), es el proyecto astronómico de mayor envergadura del mundo y está localizado en una meseta chilena a cinco mil metros sobre el nivel del mar.

La galaxia —denominada A2744_YD4— es la más joven y lejana jamás identificada por el ALMA, y también la más distante en la que se ha detectado oxígeno. El equipo del proyecto logró calcular que la galaxia contiene una cantidad de polvo equivalente a seis millones de veces la masa del Sol, y descubrió una velocidad de formación estelar de veinte masas solares anuales (en la Vía Láctea esta velocidad es de una masa solar anual). La galaxia se muestra tal y como era cuando se empezaron a formar las primeras estrellas y galaxias del Universo.

El amanecer cósmico

Pero, ¿qué importancia posee el hallazgo? La detección de semejante cantidad de polvo cósmico en una galaxia tan joven ofrece información nueva sobre cuándo estallaron las primeras supernovas y por tanto ofrece una idea más clara del momento en el que las primeras estrellas calientes comenzaron a emitir luz. La datación de este «amanecer cósmico» ha sido uno de los objetivos principales de los astrónomos durante decenios.

El equipo también calculó que se empezaron a crear estrellas a gran velocidad hace cerca de doscientos millones de años, una época anterior a la que se está observando la galaxia. Todo lo anterior ofrece a la comunidad científica una oportunidad sin precedentes para acercarse al punto en el que aparecieron las primeras estrellas y galaxias.

Por último, conocer cuándo y dónde apareció esta primera generación de estrellas reviste importancia para absolutamente todo el conocimiento actual. El Sol, la Tierra y cada humano son productos —tras 13 000 millones de años— de este polvo cósmico creado y distribuido por las primeras estrellas.

Los logros realizados por el proyecto darán impulso a la realización de observaciones más amplias y profundas en galaxias similares. Esta ampliación de las investigaciones podría llevar a detectar formaciones de estrellas incluso anteriores en los albores del Universo. El proyecto FIRST LIGHT concluirá en septiembre de 2020 y con toda seguridad deparará descubrimientos aún más interesantes antes de su finalización.

Para más información, consulte:
Página del proyecto en CORDIS
Página del proyecto en el UCL

publicado: 2017-03-15
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