Los asteroides pueden impactar contra cualquier región del mundo, por lo que sería recomendable que la mayor cantidad posible de países contribuyera a evitar un futuro impacto de grandes dimensiones. Un proyecto financiado con fondos europeos logró avanzar hacia este objetivo.
El proyecto
NEOSHIELD (A global
approach to near-Earth object (NEO) impact threat mitigation) reunió a
un grupo internacional de científicos e ingenieros para investigar
métodos de defensa ante asteroides.
Actualmente se conocen miles de objetos cercanos a la Tierra (NEO). Por ello los investigadores sostienen que se pueden producir colisiones peligrosas con una frecuencia de unos pocos cientos de años. No obstante, existe la posibilidad de evitar que un asteroide impacte con la Tierra. El objetivo final del proyecto NEOSHIELD fue el de generar un plan para desviar un asteroide masivo fuera de su órbita en dirección a la Tierra.
Una manera de lograr este objetivo es que una nave espacial impacte sobre el asteroide y le imparta suficiente energía como para modificar su órbita. El equipo de NEOSHIELD evaluó métodos prometedores para desviar NEO asteroide que pueden consistir, sencillamente, en propinarle un golpe en el punto y el momento adecuados.
La tecnología contemporánea permite crear un impactador cinético —una sonda espacial de gran tamaño que colisiona con un asteroide a una velocidad relativamente grande suficiente como para cambiar su órbita— para objetos con diámetros inferiores a un kilómetro. Pero este método aún presenta varias lagunas que han de subsanarse.
Los socios de NEOSHIELD abordaron la investigación astronómica de las propiedades físicas de los NEO, experimentos de laboratorio y ejercicios de modelización para investigar la respuesta posible de un asteroide a un intento de desvío y desarrollaron las tecnologías necesarias para poner en marcha una misión de esta naturaleza. Idearon en concreto maneras de guiar la nave espacial hacia el objetivo en movimiento con el ángulo correcto y a la velocidad adecuada.
La técnica más potente, pero menos atractiva, de las examinadas durante NEOSHIELD consiste en aplicar una carga explosiva para desviar o bien romper un asteroide que fuese rumbo a nuestro planeta. Pero la rotura de un gran asteroide podría resultar desastrosa si con ella la Tierra recibiera un aluvión de fragmentos aún grandes.
Los responsables de NEOSHIELD ofrecieron varios planes de misión espacial que podrían servir de base para una propuesta a agencias espaciales nacionales e internacionales en la que se lanzase una misión para investigar o demostrar las técnicas de desvío de NEO. La colaboración internacional es un requisito necesario para la financiación de una misión de estas características, como también lo es acordar una acción de defensa en caso de emergencia.