Predecir mejor las tormentas solares
Al alcanzar el punto más intenso de su ciclo de actividad de once años, nuestra estrella madre ha empezado a portarse mal y los científicos saben cómo actuar. Gracias a un estudio meticuloso del Sol, se podrán comprender mejor, y quizás también predecir, las erupciones solares que impulsan hacia la Tierra cantidades ingentes de partículas energéticas peligrosas.
La meteorología espacial describe la interacción entre, por un lado, los
campos magnéticos del Sol y las partículas que expulsa y, por el otro,
el propio campo magnético de la Tierra. No se trata de meros picos de
tensión a lo largo y ancho de nuestra atmósfera. Las erupciones solares
fuertes, por ejemplo, podrían llegar a afectar al funcionamiento de los
satélites y al personal humano en órbita. Las perturbaciones podrían
alcanzar la superficie en el caso de erupciones solares muy intensas y
afectarían a redes eléctricas e infraestructuras de comunicaciones.
Con el fin de minimizar el impacto de la meteorología espacial adversa para la tecnología moderna, debe crearse una infraestructura fiable para predecir la actividad solar. Ahora bien, lo primero es comprender los procesos físicos fundamentales que influyen en la meteorología espacial. El proyecto SOME-UFO (Solar magnetic eruptions: Understanding and forecasting), financiado con fondos de la Unión Europea, estudió las complejas configuraciones magnéticas de las regiones activas del Sol, donde se originan principalmente las erupciones solares.
Las regiones activas aparecen como puntos oscuros en la superficie solar. Tras cotejar los datos procedentes de distintos puntos de observación con distintos aspectos teóricos, el equipo de SOME-UFO detectó modificaciones en los giros de los campos magnéticos días antes de que se produjesen erupciones y determinó los cambios generados por estas explosiones energéticas tan poderosas. Se emplearon varios satélites y distintos magnetógrafos en superficie para buscar las ansiadas pruebas que permitan predecir con eficacia las erupciones solares.
Uno de los factores fundamentales que influyen sobre la aparición de una erupción solar es el exceso de energía magnética almacenada en las líneas retorcidas de los campos magnéticos solares que fluye por ellas como corrientes eléctricas. Otro factor es la llamada helicidad magnética, que mide la tensión y la deformación de las líneas del campo magnético. Con esta información y gracias a los umbrales de helicidad y energía crítica para las erupciones proporcionados por el proyecto SOME-UFO, en el próximo pico de actividad solar se podrán emitir avisos fidedignos.
En la actualidad, los analistas ven regiones complejas de manchas solares y emiten alertas de erupciones, pero desconocen cuándo ocurrirán, dónde y cuál será su potencia. SOME-UFO descubrió el mismo patrón una y otra vez en todas las regiones: las líneas del campo magnético se retuercen hasta el punto de fractura y después se relajan. Cabe destacar sobre todo que lograron determinar que este patrón observado podría servir de base para crear una herramienta fiable de predicción de las erupciones solares.
Algunas de las conclusiones del proyecto SOME-UFO se irán puliendo en los próximos años en el marco de dos nuevas iniciativas de investigación. El proyecto A-EFFort (Athens Effective Solar Flare Forecasting), financiado por la Agencia Espacial Europea (AEE), aspira a crear un servicio completamente automatizado de predicción de erupciones. En segundo lugar, el proyecto FLARECAST (Flare Likelihood and Eruption Region Forecasting), financiado con fondos de la UE, pretende proteger los recursos espaciales de la meteorología espacial extrema a través de otro mecanismo absolutamente automático de predicción de erupciones, pero se trataría de un sistema único en el mundo a una escala mucho mayor que el proyecto A-EFFort.
publicado: 2015-10-16