Un equipo de científicos financiados con fondos europeos estudió, con el propósito de rastrear los orígenes de la Tierra y de la vida en el Universo, la formación de planetas y su evolución, incluyendo el material circundante a las estrellas donde se forman los planetas.
La finalidad fundamental del proyecto financiado con fondos europeos «Unfolding the evolution of planetary systems» (PLANES) era comprender de qué manera la estructura de los sistemas planetarios puede verse influida por la evolución de las estrellas en torno a las cuales orbitan. También se pretendía determinar si el atrapamiento de los planetas tiene, a su vez, algún efecto en la evolución de las estrellas.
De las observaciones y los estudios teóricos se desprende que aquellos sistemas planetarios que sobreviven al envejecimiento de la estrella anfitriona, superando su secuencia principal y posteriormente la fase de gigante de la misma, sufren cambios orbitales para después estabilizarse en la etapa siguiente, de enana blanca. Aquellos planetas que orbitan en torno a estrellas gigantes pueden ser engullidos por la envoltura estelar al expandirse ésta.
A continuación, los científicos de PLANES estudiaron los efectos enfrentados del incremento de los radios orbitales de los planetas a medida que la estrella pierde masa y las fuerzas de marea derivadas de las envolturas convectivas de las estrellas.
En el caso de los planetas gigantes gaseosos, las fuerzas de marea son lo suficientemente intensas como para atraerlos al interior de la envoltura estelar. Los planetas de menor masa están sometidos a fuerzas de marea menos intensas. A la evolución estelar solo pueden sobrevivir aquellos planetas cuyo radio orbital se incrementa.
Los científicos de PLANES resolvieron, además, que la existencia de planetas pequeños en etapas avanzadas de la vida de las estrellas dependerá de la metalicidad de su estrella, si bien en menor medida que en el caso de los planetas de mayor tamaño. Si la metalicidad es baja, probablemente no haya suficientes elementos pesados (de masa superior al hidrógeno y el helio) para formar núcleos grandes, quedando así tan solo planetas rocosos y pequeños.
No obstante, la formación de los planetas guarda una relación intrínseca con las propiedades químicas y físicas de la estrella anfitriona y del material cincunestelar. Los nuevos modelos de la evolución estelar contemplan procesos magnéticos como la interacción magnética entre núcleos estelares y sus envolturas, que son cruciales para explicar las observaciones.
Valiéndose de simulaciones que reproducían las velocidades rotacionales observadas a lo largo de la evolución de las estrellas en secuencia principal, los científicos de PLANES comenzaron a formar una visión de la formación de nebulosas planetarias.
Se espera que la consecuente comprensión más nítida de la evolución estelar tardía, y de su influencia en la supervivencia planetaria, se deje sentir en numerosos campos de la astronomía, incluida la búsqueda de vida en otros lugares.