Los modelos
disponibles predicen que las galaxias se forman mediante procesos de
fusión jerárquica durante la unión gradual de galaxias cercanas entre
sí. La interacción entre el gas y el polvo crea brotes estelares. No
obstante, las galaxias elípticas primigenias y masivas carecen de
grandes concentraciones de polvo y gas fríos y, además, se caracterizan
por poseer una población de estrellas antiguas.
Científicos financiados con fondos europeos validaron una solución a
este problema aún pendiente mediante un trabajo pionero llevado a cabo
en el proyecto «Galaxy evolution: solving the hierarchy problem with
powerful AGN» (THE HIERARCHY PROBE). Este equipo aprovechó las
observaciones espaciales más recientes del Observatorio Espacial
Herschel de la Unión Europea, a las que aplicaron técnicas de análisis
muy agudas.
Los núcleos galácticos activos (AGN) son agujeros negros
supermasivos situados en el centro o núcleo de las galaxias que emiten
chorros de partículas elementales cortos pero de enorme energía. Hasta
ahora se consideraban con gran probabilidad inhibidores de la formación
de estrellas, pero aún faltaba por dar con una relación directa entre
los AGN y la propia formación estelar.
El polvo ha servido hasta la fecha como el indicador más adecuado de
una formación estelar, pues absorbe la radiación de las estrellas
jóvenes y calientes y la vuelve a expulsar en forma de ondas en el
infrarrojo. No obstante, los AGN también son capaces de calentar el
polvo. El equipo contó con prioridad, y con el lujo, de disfrutar de
veintinueve horas de Tiempo Discrecional del Director en Herschel, para
realizar fotometrías necesarias de la longitud de onda en polvo de
múltiples tipos y temperaturas. Esta posibilidad les permitió recopilar
datos sólidos que relacionan los AGN con ausencia de formación estelar.
Los datos han servido para crear por vez primera una generalización
de la población total de galaxias. El equipo observó que las galaxias
con AGN cuya actividad de chorro domina su espectro de emisión poseen
cantidades relativamente grandes de polvo en comparación con las que no
presentan polvo pero en las que no existe formación estelar. Cerca del
15 % posee incluso más polvo que las galaxias con una gran actividad
generadora de estrellas. Los modelos físicos del polvo basados en el
espectro proporcionarán así por vez primera patrones sólidos y
completamente empíricos de la distribución de energía en los AGN.
Los investigadores al cargo del proyecto proporcionaron así indicios
experimentales que relacionan los AGN con una actividad intensa de
chorro y la supresión de la formación de estrellas. Un estudio más en
profundidad al respecto resultará útil para otros equipos que quieran
apoyarse en la base de conocimientos creada por el proyecto THE
HIERARCHY PROBE.