Arrojar luz sobre el lado oscuro del Universo

Space, fot. public domain
Un grupo de científicos trata de explicar dos de los grandes misterios del Universo, la materia oscura y la energía oscura, guiándose por la observación de colisiones entre cúmulos de galaxias masivas.
La materia oscura es una sustancia invisible que se cree compone el 27 %
 de toda la materia existente en el Universo. La intensidad de su fuerza
 gravitacional impide que las galaxias se separen a la velocidad a la 
que giran sobre sí mismas. En cambio, la energía oscura empuja y 
distancia los elementos que componen el Universo, incrementando así la 
velocidad a la que se expande el cosmos. Se cree que la energía oscura 
podría representar en torno al 70 % del Universo, mientras que las 
partículas conocidas supondrían únicamente el 5 %.
Hasta ahora se han propuesto múltiples explicaciones de la materia 
oscura y la energía oscura, pero lo cierto es que siguen siendo un 
misterio. Los científicos participantes en el proyecto financiado con 
fondos europeos «Understanding the dark universe with 3D weak 
gravitational lensing» (DARKMATTERDARKENERGY) han empleado la técnica de
 mayor éxito desarrollada hasta ahora para investigar esta «oscura» 
cuestión: las lentes gravitacionales.
La materia oscura no interactúa con la fuerza electromagnética 
activa entre las partículas cargadas, motivo por el que no emite luz ni 
tampoco la refleja. Sin embargo, aparentemente, desempeña un papel tan 
importante como es conformar el Universo a grandes escalas, 
interactuando con la fuerza de la gravedad. La curvatura del 
espacio-tiempo cerca de las masas gravitatorias, incluida la materia 
oscura, desvía los rayos de luz que pasan, distorsionando así la imagen 
de las galaxias que existen al fondo.
Se compararon mediciones de la distribución de la materia oscura 
observada mediante lente gravitacional en sesenta y cinco cúmulos con la
 distribución del gas determinada por emisión de rayos X y difusión de 
fotones procedentes de la radiación cósmica de fondo de microondas. Esta
 comparación arrojó hallazgos inesperados, por ejemplo, que la relación 
entre luminosidad y temperatura permanece constante en los últimos cinco
 millones de años en los cúmulos de masa variable.
Resultó aún más sorprendente el análisis de la colisión entre 
cúmulos de galaxias. El equipo de DARKMATTERDARKENERGY halló cuatro 
colisiones en observaciones realizadas con el telescopio espacial 
Hubble, el Observatorio de Rayos X Chandra (en el espacio) y el VLT de 
la ESO (en tierra). Estas colisiones entre cúmulos de galaxias han 
proporcionado indicios —complementarios a los obtenidos del Cúmulo Bala 
descubierto en 2006— de que la materia oscura interactúa con la materia 
ordinaria.
Si son correctos estos resultados y las interacciones de la materia 
oscura son más habituales de lo que se creía, se confirmaría la 
existencia de la materia oscura y de la energía oscura. Y lo que es más 
importante, se dispondría de una estimación más precisa de la magnitud 
de estas misteriosas sustancias. Por esta razón, los científicos 
prolongaron los trabajos de DARKMATTERDARKENERGY una vez concluido éste 
realizando nuevos experimentos en el telescopio Euclides de la ESA, 
entre otros.
publicado: 2015-02-19