Un láser grande contra la basura espacial pequeña
¿Recuerda cuando los destructores imperiales destrozaban asteroides en «El imperio contraataca'? Pues eso ya casi está pasado de moda. Gracias al proyecto CLEANSPACE, pronto puede ser posible localizar la basura espacial de incluso un centímetro con láseres instalados en la Tierra.
La protección de los satélites es un tema acuciante. Si hubiera que
reemplazar los cerca de 1 000 satélites activos que hay en órbita en la
actualidad, el coste estimado sería próximo a los 100 000 millones de
euros. Numerosos sectores de la economía sufrirían las consecuencias,
que afectarían al conjunto de la sociedad.
Se han propuesto varias tecnologías como soluciones posibles. Las
mentes de los científicos han generado multitud de posibilidades, desde
los robots colectores de la DARPA y los cargueros de la ESA (cuya
implantación está prevista para 2015 en ambos casos) hasta ciertas redes
de pesca propuestas en Japón. Otra de las posibilidades se fundamenta
en la tecnología láser. En 2011, la NASA propuso la construcción de una
estación de láser que cumpliría la función de alterar la trayectoria de
la basura espacial, una propuesta que está ganando adeptos con el
tiempo.
El proyecto CLEANSPACE («Small debris removal by laser illumination
and complementary technology»), que lleva en marcha tres años y concluye
este mes, viene estudiando la aplicación de dicha tecnología láser para
eliminar la basura espacial pequeña, la más problemática para los
satélites en órbita. Su objetivo principal es definir un plan de
tecnologías de vigilancia, identificación y seguimiento que se puedan
usar con un posible sistema de protección por láser basado en tierra.
El Dr. Christophe Jacquelard, coordinador del proyecto, accedió a presentar algunos de sus resultados más destacados.
¿Cuáles son los objetivos principales del proyecto?
El estudio de CLEANSPACE surgió en respuesta a la convocatoria de
proyectos de investigación, perteneciente a FP7-SECURITY,
SPA-2010-2.3.02 «Need to protect space assets from on orbit collision».
Su finalidad es la de atender esta necesidad definiendo los requisitos
para una eliminación segura y rutinaria de basura espacial pequeña en
órbita terrestre baja con una estación de láser de alta energía sita en
tierra. Esta tecnología permitiría proteger los valiosos activos
espaciales frente a impactos destructivos sufridos en órbita.
¿Qué tiene de nuevo o innovador el proyecto?
El uso de láser para modificar la trayectoria de la basura espacial
es una propuesta nueva; nosotros hemos definido una arquitectura global
para un sistema así instalado en tierra. Lo más innovador del proyecto
es su parte técnica: se ha estudiado la interacción entre láser y
materia en el vacío; se ha demostrado un acoplamiento coherente de haces
de láser de energía moderada; se ha probado la idoneidad de una
tecnología cerámica para desarrollar muestras de gran tamaño, forma
compleja y reparto de dopantes luminiscentes. Para asegurar un apoyo
internacional duradero y un proceso de eliminación de basura sin trabas,
se ha propuesto un organismo internacional y, por último, se han
desarrollado herramientas de simulación con las que evaluar la
modificación de la trayectoria en una o múltiples pasadas.
¿Cómo funcionaría exactamente su arquitectura global?
Un sistema de estas características sería capaz de transmitir, con
cada disparo, un impulso muy leve a la basura espacial mediante la
ablación de una capa muy fina de su superficie. Emitiendo miles de
disparos de láser, se reduciría la velocidad de la basura y ésta
acabaría por caer a una órbita más baja. Este sistema permitiría cambiar
la trayectoria de determinado objeto, evitando así su colisión prevista
con elementos valiosos de la infraestructura espacial, y, al mismo
tiempo, eliminar ese detritus, puesto que su nueva trayectoria
provocaría su reentrada en la atmósfera.
¿Cuáles fueron las principales dificultades encontradas y cómo se resolvieron?
Durante el proyecto no se encontró ninguna dificultad importante,
gracias a que contamos con un equipo muy competente, formado por
personas experimentadas que llegaron a compenetrarse bien y que no
cambiaron de principio a fin. Aprovecho la oportunidad que me brinda
este artículo para decir que fue un placer para mí trabajar con todas
ellas; sus distintos campos de especialización y países de origen fueron
toda una ventaja.
Evidentemente, en el transcurso de CLEANSPACE,
hubo que tomar decisiones importantes, dado que en todo momento
buscábamos la optimización. La más importante fue la fusión de los dos
diseños iniciales de láser (uno de cada socio principal dedicado a los
láser y de las actividades externas) con el fin de definir una tercera
arquitectura de láser empleando las mejores características de sus
predecesores y, en especial, los amplificadores cerámicos con
acoplamiento activo Nd:Yag.
¿Qué etapas restan del proyecto? ¿Qué planes hay para cuando llegue a su fin?
Desde el momento que concluya CLEANSPACE, calculamos que la estación
de láser terrestre que hemos proyectado podría estar en funcionamiento
en el plazo de diez años. La creación de este sistema podría dividirse
en dos fases. La primera fase se ocuparía de los pasos tecnológicos
necesarios, que son principalmente el desarrollo del láser, la
integración de varias tecnologías en un prototipo de demostración, la
creación de una red preliminar de monitorización y catalogación de
basura espacial y la puesta en práctica de las políticas pertinentes.
La
segunda fase no podría iniciarse hasta que se dispusiera del compromiso
con respecto a la «eliminación de basura con láser» (laser debris
removal, LDR) por parte de la Unión Europea y de otras potencias
espaciales, y de un acuerdo para financiar la construcción de un sistema
de LDR. En esta fase se construiría la estación LDR, se fabricaría el
láser de alta energía, el telescopio y ciertos componentes ópticos y
todo ello se integraría en la estación. Parece factible completar esta
segunda fase en un plazo de cinco años.
¿Están satisfechos con los resultados de su investigación?
Desde el proyecto se organizó una jornada de exhibición (que tuvo
lugar antes de su conclusión) para presentar los principales resultados
técnicos y mostrar los cuatro experimentos que hemos realizado: uno
llamado «Debris tracking Mock-up» (maqueta de seguimiento de basura),
otro que muestra la «propulsión por láser», un «laser coupling
demonstrator» (demostrador de acoplamiento por láser) y, por último, una
«disk laser demonstration» (demostración de láser de disco). Los
asistentes tuvieron ocasión de informarse sobre nuestra propuesta y de
observar cómo un láser puede desplazar un objeto en un entorno de vacío
(en el que se encuentra la basura espacial).
¿Cuántas empresas o gobiernos han manifestado hasta ahora interés en
poner en práctica la tecnología de CLEANSPACE? ¿Cuándo cree que podría
materializarse?
Aún no se ha desarrollado el modelo de negocio de este sistema;
tampoco estaba previsto en CLEANSPACE. No obstante, sí que desarrollamos
un plan que se prolongaría diez años.
Está aumentando rápidamente la
cantidad de basura espacial que existe en la órbita terrestre baja. A
corto plazo pueden producirse colisiones entre esta basura y los activos
espaciales, pudiendo producirse una reacción en cadena. Tiene utilidad
eliminar cinco elementos de gran tamaño de basura espacial cada año en
misiones automáticas, pero también hay que reducir la población de
basura de tamaño pequeño, que seguirá incrementándose en las próximas
décadas. Nuestro proyecto ofrece una solución para esa basura de tamaño
pequeño, y esto es lo que destacamos en nuestras conversaciones con las
empresas.
publicado: 2015-01-23