Los periodistas como «árbitros» para evitar la difusión de noticias falsas

El panorama social y político actual se ve viciado por noticias falsas, hechos alternativos y creencias infundadas. Por ello, unos investigadores de la UE estudian si los periodistas pueden cumplir una función de árbitros que señalen las falsedades y diferencien los hechos de la ficción.

Actualmente se encuentran por doquier distorsiones de la realidad, noticias falsas y creencias infundadas, que tienen la capacidad de adulterar la opinión pública e influir considerablemente en las decisiones legislativas y gubernamentales. Pero en un artículo publicado recientemente por los artífices del proyecto financiado con fondos europeos DEBUNKER se asegura que los periodistas podrían ayudar a cambiar esa dinámica. Desde ese proyecto, dedicado a investigar las distorsiones de la realidad y las creencias infundadas, se señala que los periodistas pueden prevenir la difusión de tales creencias falsas pronunciándose con mayor claridad al informar. Pueden arbitrar los argumentos comprobando la veracidad de la información expuesta y señalando las falsedades existentes sin que por ello pierdan su imagen de imparcialidad a ojos de sus lectores.

Hechos y no ficción

Con fines experimentales, se organizó un estudio en el que se entregó a los participantes una noticia sobre una cuestión relativamente neutra en la que se citaban los puntos de vista de dos partidos políticos rivales. El artículo contenía un párrafo de análisis en el que el periodista examinaba la exactitud de los argumentos expuestos por ambas partes, ofreciendo así al lector una visión más nítida del tema.

Los investigadores temían que el párrafo de análisis tuviera el efecto de que los partidarios más acérrimos de cada partido creyeran con mayor fervor aún las afirmaciones falsas enunciadas por el representante de su partido político preferido. Estudios anteriores habían mostrado que, en muchos casos, las intervenciones correctivas no hacen sino agravar la distorsión. Sin embargo, en este caso el conjunto de los participantes creyeron más al periodista que a los políticos.

Con frecuencia, los periodistas se abstienen de incluir análisis de las declaraciones y comprobaciones de hechos por miedo a ser acusados de parcialidad. No obstante, en este estudio en particular los lectores consideraron que el periodista era objetivo. Además, opinaron que se les había informado mejor sobre el tema que los individuos incluidos en otro grupo de control, quienes habían leído un artículo convencional que solo recogía las declaraciones de los oponentes, sin comentarios, comprobación de veracidad ni análisis en profundidad.

Noticias falsas y política

Se desprende, según los autores, que los periodistas deberían sentir confianza y denunciar las distorsiones de la realidad y los llamados «hechos alternativos». Las creencias infundadas son mucho más difíciles de subsanar una vez se han arraigado, así que un periodismo crítico y responsable podría contribuir a ralentizar o incluso impedir su difusión. Con todo, dado que en el estudio se trató un tema relativamente neutro, es posible que sus resultados no se repitieran si se tratasen temas más controvertidos y polarizados.

El proyecto DEBUNKER (The Problem of European Misperceptions in Politics, Health, and Science: Causes, Consequences, and the Search for Solutions) trata en concreto sobre la desinformación que tiene lugar en relación con el cambio climático, las vacunas y la inmigración. Sus objetivos son evaluar la magnitud de la distorsión de la realidad en Europa, articular métodos y técnicas para contrarrestar las creencias infundadas y determinar estrategias eficaces para eliminarlas. Sus conclusiones podrían ser una referencia útil de cara a futuras políticas y estrategias al respecto.

Para más información, consulte:
Página web del proyecto en CORDIS

fecha de la última modificación: 2017-11-10 17:15:02
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