El conocimiento: otra arma contra la pobreza

El proyecto NOPOOR, financiado con fondos europeos, ha contribuido a erradicar la pobreza a escala mundial al proporcionar una comprensión empírica más profunda de sus causas fundamentales y de sus posibles soluciones.

El Objetivo de Desarrollo del Milenio número 1, consistente en reducir en un 50 % la tasa de pobreza registrada en 1990, se logró en 2010, es decir, cinco años antes de lo programado. Pese a este y otros avances tan positivos, la cifra a nivel mundial sigue siendo elevada y varias sombras se ciernen sobre las perspectivas para el futuro. Destaca el hecho de que los progresos no han sido homogéneos; así, la mayor parte de la población pobre del mundo carece de acceso a educación, vive en zonas rurales y trabaja en el sector agrícola en un porcentaje desproporcionado.

Para lograr el nuevo Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) número 1 (y, en realidad, todos los ODM) será clave conocer a fondo esa falta de homogeneidad, entender los patrones que caracterizan a la pobreza y buscar soluciones a escala local que puedan aplicarse a otras zonas. Los empeños al respecto requieren obtener datos absolutos y comparativos, lo cual posibilitaría tomar decisiones de base factual. El proyecto NOPOOR, financiado con fondos europeos, ha estudiado las dinámicas de la pobreza e investigado concretamente cómo y por qué se cae en la pobreza y cómo se escapa de ella, para lo cual ha reunido y analizado información que refleja su naturaleza polifacética.

Llegar hasta el diablo de los detalles

El equipo de NOPOOR se compone en realidad de varios equipos de investigación de diecisiete países, diez de los cuales son emergentes o están en vías de desarrollo y se reparten entre tres regiones (América Latina, África subsahariana y sur de Asia). Esa diversidad permite reflejar los distintos obstáculos para salir de la pobreza, así como distintas experiencias con diferentes políticas destinadas a reducir la pobreza.

NOPOOR realizó dieciocho encuestas originales y analizó datos cualitativos y cuantitativos, lo cual incluyó una labor de modelización de distintos supuestos futuros. Se recabaron datos que abarcaron a más de diez mil personas de Burkina Faso, Ecuador, India, Perú, Madagascar, Malí, Ghana, Níger, Sudáfrica y Vietnam. Lo más valioso de estas encuestas es que captan las dimensiones no monetarias de la pobreza, como por ejemplo: la segregación y la discriminación; la violencia; la privación de derechos; la rendición de cuentas de los representantes; y las desigualdades entre integrantes de unidades familiares. Esta abundante información resulta más ilustrativa que un solo índice de información concentrada.

Los investigadores de NOPOOR publicaron resultados de sus trabajos en la India, los cuales fueron difundidos en el periódico digital de aquel país Livemint. Los investigadores averiguaron que los ingresos reales se incrementaron en todos los percentiles entre 2004-5 y 2011-12, y que las desigualdades también habían descendido en el mismo periodo. Por otro lado, descubrieron que la globalización había contribuido al surgimiento de dos Indias: «Una de jefes con titulación e ingenieros que han podido aprovechar las oportunidades [...] y otra formada por una gran masa de personas con escasa formación que se gana la vida en empleos de poca productividad en el sector informal, siendo la agricultura el área de mayor tamaño». Una de sus conclusiones es que, por factores como la inestabilidad de los precios a escala mundial y el clima, «diseñar políticas para generar oportunidades de empleo y un incremento de las remuneraciones de los trabajadores no cualificados fuera de la agricultura resulta crucial de cara a mejorar el bienestar económico de la población trabajadora rural de la India».

Un pilar de los indicadores sobre los ODM

A la vista de los niveles de pobreza a escala mundial y local, desde el proyecto se apunta a un efecto positivo neto de la globalización sobre el empleo y el nivel de rentas, apoyado por factores como el comercio, la ayuda exterior, la inversión extranjera directa y la migración. No obstante, si se presta atención a situaciones concretas, se aprecia que las tendencias mundiales no se aplican a todos los países afectados por igual. El estudio destaca ciertas políticas que pueden servir para atacar las causas fundamentales de la pobreza, como un mejor acceso a los bienes públicos, la calidad de la educación, una mayor participación y representatividad de los pobres, la protección de la mujer frente a la violencia doméstica, etc. En cambio, también apunta que no existen políticas de eficacia universal para la erradicación de la pobreza, sino más bien políticas que funcionan por ser apropiadas para su contexto local.

NOPOOR destaca la importancia de la información para la consecución de los nuevos ODM, y su investigación concuerda con sus indicadores. Ciertamente, el proyecto aportó información de referencia a los creadores del Objetivo 16, relativo a la gobernanza, la paz y la seguridad, por ejemplo a partir de su investigación sobre la percepción de la gobernanza entre las poblaciones de África. De este modo, NOPOOR corrobora la importancia de las encuestas estadísticas y aboga por apoyar a los Institutos Nacionales de Estadística (INE). Con ese propósito, NOPOOR ha cooperado con INE de Senegal, Malí, Madagascar, Vietnam, Haití y Perú, en parte para aumentar sus capacidades.

Los datos del proyecto, introducidos sistemáticamente en la base de datos de su portal, se han difundido de forma activa a partes interesadas relevantes y se han puesto a disposición del público también.

Para más información, consulte:
Página web del proyecto

publicado: 2017-04-22
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