El proyecto financiado con fondos europeos
TURAS, dedicado a hacer de las ciudades un lugar mejor y más ecológico donde vivir y cuyo periplo de cinco años concluyó en septiembre de 2016, ha proporcionado una gran variedad de resultados —algunos previstos y otros inesperados, aunque también satisfactorios—.
En el año 2011, el proyecto reunió a treinta y dos organizaciones —instituciones académicas, autoridades locales y pymes— de trece países con el fin de mitigar el cambio climático, buscar fórmulas para construir infraestructuras ecológicas y analizar el modo en que crecen las ciudades. «El proyecto se propuso diseñar mecanismos y conjuntos de herramientas con los que modificar hábitos a fin de aumentar la resiliencia», afirma el Dr. Marcus Collier, coordinador del proyecto. «Se idearon y pusieron a prueba numerosas soluciones, todas ellas destinadas a hacer que la vida en entornos urbanos resultara más llevadera, equitativa y sostenible».
Medios para la gestión de inundaciones y la construcción de tejados verdes
Un ejemplo sería un sistema —diseñado por los socios neerlandeses de TURAS— destinado a gestionar inundaciones. La estrategia resultante se ha implantado en
Róterdam como parte del proceso de planificación y gestión urbana. Actualmente, los residentes locales no sólo participan más en las decisiones sobre cómo afrontar las inundaciones, sino que también se ha incrementado el grado de concienciación pública sobre las citadas cuestiones y sus posibles soluciones. Las entidades de Liubliana (Eslovenia) participantes en el proyecto están usando ya esta estrategia para diseñar su propio plan de gestión de inundaciones.
Otro de los resultados clave de la iniciativa es
Ecomimicry, un conjunto de herramientas de diseño de infraestructuras ecológicas ideado para la construcción y el mantenimiento de tejados ecológicos, aunque igualmente útil para el diseño de pequeños parques y zonas verdes en nuevas zonas residenciales y polígonos industriales. Este recurso permite reproducir la biodiversidad que puede perderse al edificar en solares industriales en desuso. «Ecomimicry permite tanto a los responsables de las tareas de planificación y diseño urbano como a los usuarios mantener la biodiversidad en las nuevas obras de desarrollo», comenta el Dr. Collier.
TURAS estudió fórmulas para propiciar un crecimiento urbano más equilibrado. En el municipio de Barking y Dagenham del Gran Londres (Reino Unido), el equipo ha colaborado con grupos de interesados locales para crear una asociación público-privada encargada de gestionar infraestructuras verdes urbanas tales como jardines de lluvia.
Resultados sorprendentes
A todo esto hay que sumar una serie de resultados inesperados, entre ellos la decisión de basarse en las múltiples ideas en cuya concepción y creación colaboró el proyecto para establecer
Osmos, una empresa derivada radicada en la Universidad de Stuttgart y dedicada a facilitar la planificación colaborativa en áreas problemáticas.
El éxito de
Green Living Room también supuso una sorpresa. Este concepto consistió en crear un pulmón verde en un área densamente urbanizada de Luisburgo (Alemania) utilizando plantas y técnicas de jardinería para paredes. A raíz de ello, la pyme responsable del mismo, Helix Pflanzen, ha recibido encargos de otras ciudades europeas y chinas, ha doblado su envergadura y ha ampliado su programa internacional. Durante el año 2016, una versión itinerante de Green Living Room ha recorrido Europa brindando a los ciudadanos de Bonn, Bruselas y Londres la posibilidad de descubrir el aspecto, la fragancia y la sensación que produce una zona de estas características.
Cabe destacar la importancia del objetivo primordial del proyecto, consistente en generar resiliencia urbana. El Dr. Collier define este concepto como «una fuente de fortaleza basada en el conocimiento a la que recurrir en momentos de necesidad». La resiliencia de las personas y las comunidades sale a relucir cuando suceden eventos repentinos e impactantes, por ejemplo cuando los ciudadanos deben trabajar unidos para recuperarse de un terremoto o una inundación. «No obstante, a medida que vivimos en entornos cada vez más urbanizados y las comunidades se vuelven más complejas —y quizás distantes—, la resiliencia puede desvanecerse. Frente a desafíos de mayor dificultad como el cambio climático, resulta necesario generar más resiliencia: la capacidad para tolerar lo nuevo, adaptarse y avanzar», explica el Dr. Collier.
Métodos pioneros
TURAS se ha servido de métodos novedosos y resultados innovadores. Su estrategia de hermanamiento, en la que tres tipos de organización unen fuerzas, se ha convertido en un modelo muy popular entre las propuestas que se presentan a Horizonte 2020. El panorama era muy diferente cinco años atrás. «No existía un camino definido, así que TURAS tuvo que abrirlo», asevera el Dr. Collier.
La decisión de asociarse con pymes también resultó innovadora en aquel momento. «Sabíamos que las soluciones que habrían de surgir, fueran cuales fuesen, brindarían oportunidades comerciales y para crecer. Las pymes resultan idóneas para aprovecharlas», apunta el Dr. Collier. «Nuestra intención era que las pymes que colaboraron en la iniciativa generen conocimientos especializados que se difundan a escala global, lo que situará a Europa a la cabeza del diseño de soluciones destinadas a crear resiliencia».
Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto