La Unión Europea financió un estudio sobre la protección del patrimonio cultural en lo referente a la aplicación del Convenio de Faro en Kosovo. El grupo de científicos responsable estableció un método con el que examinó cómo responde la población local a convenios de esa clase y en qué medida los valora.
Desde la Segunda Guerra Mundial, diversos gobiernos europeos han promulgado normas oficiales destinadas a proteger los lugares que forman parte del patrimonio cultural. El Convenio de Faro (2005) es uno de los pocos en incluir a los ciudadanos como agentes clave en la aplicación de las medidas de protección del patrimonio cultural.
El proyecto financiado con fondos europeos VALOGLOB (UE cultural policy and intercultural dialogue in time of globalization: A comparative study of values concerning cultural heritage for civil society (Faro-Convention, 2005)) se creó para investigar este tema. En este estudio se compararon principalmente dos textos (uno a cargo de UNESCO y otro del Consejo de Europa) destinados a combatir grandes acontecimientos negativos en todo el mundo, y concretamente en lo relativo a territorios periféricos de Europa (como es Kosovo). Un objetivo era documentar el bienestar de la comunidad mediante la participación activa de todas las partes interesadas. También se pretendía estudiar dinámicas de índole local aplicando un método innovador que incluía un análisis semiótico del Convenio de Faro. Este proyecto, de dos años de duración, concluyó a principios de 2015.
Algunas tareas esenciales del proyecto consistieron en evaluar el patrimonio cultural y los valores sociales en una zona considerada patrimonio cultural, y en definir indicadores cualitativos y cuantitativos pertinentes. Otros trabajos consistieron en desarrollar y probar en campo un método de enfoque descendente (de arriba abajo) y en evaluar las lagunas existentes entre las normas vigentes y su aplicación a escala local. El equipo responsable del estudio evaluó en campo algunas nociones complejas recogidas en las respectivas normas, como las relativas a las comunidades pertenecientes al patrimonio y el patrimonio común de Europa.
VALOGLOB permitió comprender mejor varios planteamientos relacionados con la participación de la población en el patrimonio cultural y recabó datos que ponen de manifiesto las necesidades y las tensiones en tales poblaciones. Asimismo, el proyecto permitió avanzar en cuanto al concepto de un observatorio del patrimonio cultural y los valores sociales.
Otros resultados destacables fueron que los integrantes del proyecto llevaron a cabo giras de estudio, mantuvieron contactos con otros proyectos y centros de investigación, y acudieron a congresos. Además, los investigadores desarrollaron en mayor medida sus destrezas científicas.
VALOGLOB hizo posible comprender con mayor precisión las lagunas existentes entre los convenios en materia de protección del patrimonio cultural y las iniciativas desarrolladas a nivel local en Kosovo. Fruto de todo ello fue un incremento del grado de protección.