Por economía sumergida se entienden las actividades, y la generación de ingresos, que tienen lugar fuera de la economía oficial y respecto de las que ni se abonan impuestos ni se hacen aportaciones a la seguridad social. La existencia y las dimensiones de la economía sumergida (llamada también economía informal o irregular) están generando una considerable preocupación entre los gobiernos de la UE.
El proyecto FISINF (Fiscal policy and informal economy over the business cycle), financiado por la Unión Europea, se creó para ayudar a afrontar este reto mediante un modelo económico basado en técnicas vanguardistas de macroeconomía dinámica.
El modelo se utilizó para analizar distintos efectos provocados por la economía sumergida en Europa. Este proyecto examinó el modo en que la economía sumergida afecta a la política fiscal y, con ello, al crecimiento económico y a la productividad total a lo largo de todo el ciclo de negocio.
En concreto, la labor científica se dividió en tres fases. El proyecto recabó en primer lugar información, que a continuación organizó, acerca de las variables principales, tales como producto interior bruto y las variables de control institucional de los países europeos. Acto seguido ejecutó un análisis empírico de los datos obtenidos. Durante la tercera fase del proyecto, se diseñó un modelo teórico cuya finalidad es ayudar a comprender el mecanismo económico subyacente a lo observado por el equipo de FISINF.
Tras las dos primeras fases del proyecto se creó y calibró el modelo económico, que sirvió para generar distintos escenarios de políticas con los que analizar los efectos en la reducción del tamaño de la economía sumergida y su extensión.
Los resultados de esta labor se publicaron en varias revistas y artículos. Todo ello podría resultar crucial para ayudar a reducir el tamaño constantemente creciente de la economía sumergida así como los problemas que genera el hecho de que ésta escape al control del fisco y la seguridad social en toda la UE.