El efecto de los conflictos armados en la agresividad infantil

La idea de que existe un vínculo entre la exposición a la violencia política y el desarrollo de la agresividad infantil está ganando terreno. Un equipo de investigadores ha analizado esta posible conexión en el marco del conflicto existente desde hace más de tres generaciones entre israelíes y palestinos.

El proyecto CHILDREN AND WAR recibió financiación comunitaria para estudiar los problemas conductuales de los niños israelíes que viven en un entorno de violencia política continuada. Este estudio longitudinal de treinta meses de duración contempla factores individuales y familiares, así como las relaciones filio-parentales. Hace hincapié en la evolución del trastorno negativista desafiante (TND) y los trastornos de conducta (TC) y su relación con las fluctuaciones en la violencia política.

Basándose en un enfoque evolutivo y ecológico, el equipo constató que la exposición a violencia política que sufren los niños se produce en un contexto en el que también intervienen otros factores de riesgo para el desarrollo, especialmente los ligados a las relaciones familiares. Por consiguiente, el principal objetivo del equipo era ahondar en la influencia de la crianza, la salud mental de los padres y las conductas de apego en la aparición y la persistencia del TND y los TC en el contexto descrito.

CHILDREN AND WAR ha llevado a cabo una serie de estudios para esclarecer el efecto agregado de la exposición a la violencia política, las relaciones familiares y las vulnerabilidades y fortalezas de los niños en el desarrollo de problemas conductuales. Los datos recabados pusieron de relieve la importancia del entorno en el desarrollo de los niños que crecen en un estado de guerra perpetuado en el tiempo.

Uno de los estudios reveló que los síntomas que presentaban los niños, especialmente la agresividad, guardaban relación con los niveles de estrés y síntomas de depresión de la madre. Estos hallazgos concuerdan con investigaciones previas e indican que la esfera familiar podría constituir un factor de riesgo de problemas de conducta mayor que la exposición a violencia política por sí sola. Las conclusiones preliminares extraídas de las interacciones entre madre y prole filmadas por el equipo ayudarán a desentrañar los efectos de la exposición a la violencia política en la conducta y la disponibilidad emocional de las madres, lo que a su vez influye en la relación materno-filial y los síntomas conductuales de los niños.

Otro de los estudios realizados evaluó las consecuencias de la exposición a las sirenas y los ataques con misiles en la intensidad de los síntomas sufridos por los niños y la capacidad de las relaciones positivas entre padres e hijos para paliarlos.

Se está llevando a cabo un estudio con trescientos alumnos de una escuela situada al norte de la frontera con la Franja de Gaza para averiguar las interrelaciones entre la exposición a la violencia política, la seguridad del apego a los padres expresada por los niños, las fortalezas y debilidades de su personalidad y la agresividad. El equipo espera que los datos arrojen luz sobre los efectos agregados de la exposición a la violencia política, el apego y las vulnerabilidades personales en el bienestar de los adolescentes.

Aunque aún se están analizando los datos y resta interpretar los resultados, CHILDREN AND WAR aporta nuevas claves a este campo relativamente nuevo de investigación. Un mayor conocimiento de los factores que afectan a los niños expuestos a la violencia política es fundamental para diseñar programas de prevención e intervención dirigidos a estos y a las personas importantes de su entorno para mejorar sustancialmente su bienestar.

publicado: 2015-10-01
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