Vuelta de tornas: un estudio acerca de la investigación sobre los juegos de azar
Por lo general, pensamos que los antropólogos estudian culturas «exóticas», como antiguas tribus que habitan lugares remotos. Pero, ¿qué hay de las culturas que tenemos más cerca? La profesora Rebecca Cassidy se dedica a realizar estudios antropológicos de las culturas europeas en relación con los juegos de azar. En el marco del proyecto «Gambling in Europe» (GAMSOC), financiado por el Consejo Europeo de Investigación (CEI), la profesora Cassidy y su equipo han dado un paso más al emprender un estudio antropológico de la propia comunidad de investigadores de los juegos de azar.
El sector de los juegos de azar está creciendo y cambiando con rapidez, y se calcula que mueve unos 89 000 millones de euros. Después de resistir a la crisis económica, se espera que este sector genere un volumen de negocio de 351 000 millones de euros en todo el mundo en el año 2015.
La esencia de los juegos de azar también está cambiando: la repercusión de los juegos de azar en internet, las empresas de juegos transfronterizas y otros nuevos fenómenos que la tecnología ha hecho posibles generan dudas tanto a legisladores como a consumidores y aún no se conocen en toda su dimensión. Por ello, el proyecto GAMSOC -después de aplicar los métodos de investigación antropológica a las relaciones entre juegos de azar y religión, sexo, edad, clase social y normativa- se propuso aplicarlos al ámbito de la investigación en materia de juegos de azar.
«Es más importante que nunca analizar cómo se genera el conocimiento sobre los juegos de azar», explica la profesora Cassidy. «Como antropólogos, compartimos la misma cultura que las personas a las que investigamos y creemos que esto nos ofrece una perspectiva única para preguntar "¿por qué no comprendemos mejor los juegos de azar?"».
Ampliar el campo de estudio
El informe resultante del proyecto, titulado «Fair Game: producing gambling research» («Juego limpio: estudios sobre la investigación en materia de juegos de azar»), concluye que, en la actualidad, la investigación centrada en los juegos de azar depende excesivamente del apoyo que recibe del propio sector. En él se explica también que, a menudo, dicho sector es reacio a compartir datos con los investigadores y que falta transparencia en cuanto a las relaciones entre el sector de los juegos de azar y los investigadores, y sobre la influencia que el primero ejerce sobre los últimos.
«En nuestro informe se expone la necesidad de separar la financiación de la investigación», afirma la profesora. «Queremos abrir el debate. ¿Qué pruebas existen? ¿Cómo contribuyen a dar forma al debate?».
El proyecto concluye que los objetivos de la investigación son a menudo limitados y tienden a centrarse únicamente en las personas cuya afición al juego ha derivado en una patología. Muchas veces, solo hay financiación para investigar sobre personas que han desarrollado un «problema» o una adicción al juego, y no para examinar de forma global las implicaciones sociales y culturales para una sociedad donde los juegos de azar están cada vez más presentes.
«A menudo, los fondos para la investigación se limitan a los estudios en los que se analizan los aspectos problemáticos que se asocian a los juegos de azar», afirma la profesora Cassidy, «deduciéndose de forma implícita que los juegos de azar no suponen ningún perjuicio para las demás personas. Este planteamiento no deja lugar a preguntarse por el efecto que ejercen los juegos de azar sobre la sociedad en general».
«La cuestión es la siguiente: ¿hasta qué punto son sólidos los actuales mecanismos de protección del público?», explica. «Se suele producir cierto grado de resistencia a las normativas hasta que la comunidad de investigadores es capaz de elaborar "pruebas causales de daño". No obstante, en muchos casos, quizá no resulte posible».
El informe incluye recomendaciones detalladas que los investigadores confían en que, en el futuro, influyan a la hora de recabar apoyos para realizar investigaciones en este campo. Por ejemplo, sugieren la posibilidad de crear un código ético profesional, financiar la investigación sobre una serie más extensa de asuntos con una mayor variedad de metodologías de investigación, y gravar el sector de los juegos de azar para obtener fondos públicos con los que financiar dicha investigación.
La investigación en la práctica
Los cuatro investigadores del equipo de GAMSOC habían realizado con anterioridad estudios de casos pormenorizados, publicados en 2013, sobre diferentes culturas de los juegos de azar, a saber, casinos chinos, crupieres en Eslovenia, juegos de azar para dispositivos móviles en economías emergentes y mesas de blackjack en Chipre.
«Por ejemplo, para mi investigación anterior sobre las carreras de caballos, viví y trabajé en Newmarket», explica la profesora Cassidy. «Sin embargo, para este proyecto, la comunidad de investigadores está muy repartida, así que intervinimos en conferencias, asistimos a eventos y organizamos entrevistas con partes interesadas».
En total, el equipo del proyecto se dirigió a 143 personas, de las cuales se entrevistó a 109. Por regiones geográficas, se prestó especial atención al Reino Unido (con sesenta y siete entrevistas), aunque también se abarcaron otros lugares como Hong Kong, Macao y Eslovenia, donde el mercado de los juegos de azar dista mucho del grado de consolidación que posee en el Reino Unido.
«No se observó una línea homogénea por parte del sector», recalca la profesora Cassidy. «Se constataron opiniones muy variadas en el sector, que dieron lugar a información que no se había tenido en cuenta antes, incluidas respuestas muy francas a la pregunta: "¿por qué se ha investigado tan poco?"».
«Gracias a la financiación del CEI, hemos disfrutado de una posición de privilegio que nos ha permitido examinar cómo se investiga sobre los juegos de azar, con una libertad que habría sido imposible sin el apoyo de una institución independiente», afirma la profesora Cassidy. «Nos animó a asumir riesgos al hacer preguntas difíciles y elaboradas. Una de las características de las subvenciones de inicio (Starting Grants) del CEI es que nos motiva a salir de los límites establecidos y formular preguntas nuevas».
publicado: 2015-04-30