Hacia una nueva mentalidad para el logro de las metas personales
Escoger entre priorizar las metas de consecución frente a las conservadoras puede afectar de manera muy notable tanto a las empresas y organizaciones como a los consumidores en muchos ámbitos (el ahorro, el bienestar como consumidor, etc.). El reciente auge de la investigación y la comprensión acerca de los puntos en común y las diferencias psicológicas entre ambos tipos de metas puede mejorar la satisfacción del consumidor y los resultados de las empresas y organizaciones.
Son dos los tipos de objetivos que pueden motivar a las personas. Los
individuos pueden marcarse como meta primordial la mejora de su estatus
actual (esto es, una meta consistente en un éxito), aunque también
pueden tener como objetivo principal mantener ese status (una meta
conservadora). De igual modo, las empresas y organizaciones pueden
establecer esos objetivos para las personas en diferentes campos (el
ahorro, la gestión del peso, la formación, los comentarios sobre el
rendimiento, etc.). Por ello, comprender la diferencia entre las metas
de consecución y las metas conservadoras tiene grandes implicaciones
potenciales en lo social, y determinar los beneficios del logro de esos
objetivos tanto para las personas como para las organizaciones. El
proyecto «Comparing the properties and the consequences of attainment
versus maintenance goals» (ATTMAIN) pretendía comparar las metas de
consecución y las metas conservadoras, y sus respectivas
características. Los principales objetivos del proyecto han sido definir
de manera empírica las diferencias entre ambos tipos de metas y
fomentar las futuras investigaciones en esta área.
El primero de los documentos elaborados en el marco del proyecto
propone que las personas perciben que las metas conservadoras son más
difíciles de conseguir que las metas consistentes en pequeños éxitos.
Esta percepción abstracta se manifiesta igualmente en las elecciones
que, en la práctica, hacen los consumidores.
Otro documento (que será publicado en la revista Journal of Consumer
Research) demuestra que los consumidores que tienen una percepción de
sí mismos como independientes están más motivados para perseguir metas
de consecución, frente a los que se perciben como interdependientes,
que, por contra, tienden a marcarse metas conservadoras. Por ejemplo,
las cuentas de ahorro que se presentan como independientes (así, las
personales) resultan, frente a las calificables como interdependientes
(como las cuentas de ahorro familiares) más atractivas cuando se las
define como idóneas para el logro de un beneficio, y no con un ánimo
meramente conservador.
Se ha elaborado también un documento (que aparecerá en la revista
Human Resource Management) que atañe a la satisfacción y a las
comparaciones sociales. Este documento demuestra que, cuando se evalúa a
las personas en términos comparativos o relativos, puede que se
contenten con recibir unos comentarios absolutos peores acerca de su
rendimiento. Dada la gran frecuencia con que se utilizan sistemas de
evaluación relativos en las grandes empresas, las universidades, etc.,
este resultado llama la atención sobre la necesidad de una investigación
más profunda de las comparaciones relativas, y sobre cuándo pueden
ejercer un efecto motivador o desalentador.
Por último, los estudios sobre percepción visual han demostrado que
la «asimetría» se asocia semánticamente con la idea de «emoción» o
«excitación». Esta correlación conceptual entre ambos términos es lo
bastante intensa como para afectar a las preferencias de los
consumidores y al valor de mercado de una marca. Este documento propone
que los gestores de marcas y las empresas deben prestar atención a los
efectos a menudo ignorados de valor de marca que ejerce el diseño de los
logotipos.
La investigación realizada en el marco de este proyecto va a tener
efectos sociales positivos a tres niveles. Primero, puede mejorar el
bienestar y la satisfacción de las personas (sea como consumidores o
como trabajadores); en segundo lugar, puede mejorar las relaciones entre
las empresas u organizaciones y las personas; y en tercer lugar, puede
mejorar el rendimiento económico de las empresas u organizaciones en el
mercado.
publicado: 2015-04-02