La aparición de sucesivos casos de la enfermedad del Ébola en Europa 
hace que los medios de comunicación dediquen cada vez más atención a 
esta crisis. Ciertos tipos de cobertura pueden fomentar el miedo y la 
estigmatización y tener consecuencias para personas concretas, sus 
entornos sociales y los países involucrados. No cabe duda por tanto de 
que resulta fundamental contar con estrategias de comunicación que 
aprovechen todas las oportunidades ofrecidas y minimicen los riesgos. En
 el proyecto TELL ME («Transparent communication in Epidemics: Learning 
Lessons from experience, delivering effective Messages, providing 
Evidence») se trabaja para crear modelos mejores de comunicación del 
riesgo en situaciones de crisis provocadas por enfermedades infecciosas.
En el caso del Ébola, el estigma que conlleva ser vinculado al brote
 en los países afectados es elevado, una circunstancia que podría hacer 
que alguien con los síntomas evitara ponerlos en conocimiento de las 
autoridades sanitarias. También puede repercutir en general sobre la 
comunidad africana residente en Europa, incluso en aquellos que se 
instalaron en el continente hace años. El equipo de TELL ME es 
consciente de que una comunicación eficaz y reflexiva puede resultar 
crucial para evitar estos problemas.
TELL ME se basa en varias disciplinas (sanidad pública, derecho, 
ética, etc.) para desarrollar estrategias originales de comunicación de 
mensajes complejos y sugerencias extraídas a partir de incertidumbres. 
Su intención es dar con una forma de comunicación que influya en los 
comportamientos, frene el contagio de la enfermedad y evite situaciones 
de pánico. El equipo al cargo del proyecto se muestra especialmente 
interesado en explorar el enorme potencial que ofrece la sociedad de la 
información en lo que concierne a una comunicación participativa y 
basada en hechos.
La estigmatización provocada por una comunicación deficiente afecta a
 individuos, familias y países enteros. Paul Quinn, del proyecto TELL 
ME, advirtió de las consecuencias perniciosas que observa se están 
produciendo a causa de la estigmatización en esta crisis del Ébola: 
«Este sentido de miedo y de estigma también influye en la forma en la 
que los extranjeros tratamos con los países afectados. Diversas 
aerolíneas europeas, por ejemplo, cancelaron rutas a países afectados, a
 menudo debido a la presión de los representantes sindicales de la 
empresa por miedo al riesgo de contagio. Este tipo de situaciones crean 
problemas económicos para los países involucrados y complicaciones 
logísticas de primer orden para las autoridades sanitarias 
internacionales encargadas de gestionar la respuesta a la emergencia 
sanitaria».
Las consecuencias por tanto van más allá de las puramente 
sanitarias: «Los efectos que este tipo de incidentes son capaces de 
causar demuestran un grave riesgo no solo sanitario y económico sino 
también social que es patente tanto en el epicentro del brote como en 
otros lugares».
Como cabe esperar, las preocupaciones y los miedos ante los brotes 
de enfermedades tienen gran repercusión en los medios sociales. Tal y 
como se lee en una nota de prensa del proyecto TELL ME: «Los medios 
sociales son terreno abonado [para el miedo y la preocupación], y 
también para la circulación de información ya sea esta correcta, 
distorsionada o completamente falsa». En un informe analítico de TELL ME
 dedicado a la crisis del Ébola en el que se estudió Twitter durante 
siete días en septiembre, se muestra que se publicaron 632 712 tuits y 
se utilizó la etiqueta #ebola 17 023 veces.
La situación del Ébola es pertinente para las cuestiones que se 
tratan de dilucidar en TELL ME, en concreto: «¿Cuáles son los métodos de
 comunicación más apropiados para lidiar con la complejidad, la 
incertidumbre, la ignorancia, las asimetrías informativas, la 
información abrumadora, la información sesgada, la desinformación y la 
información maliciosa?».
Para más información, consulte:
TELL ME
http://tellmeproject.eu/