Combinación de PBR y Galileo para detectar y localizar a todos los buques en aguas europeas

Un proyecto europeo da pasos hacia la validación de un prototipo de tecnología de radar pasivo biestático (PBR) basada en las transmisiones del sistema Galileo. Una vez completado, este nuevo sistema podría ayudar a las autoridades a mejorar la vigilancia marítima y la detección y localización de buques, incluidos los no registrados.

La vigilancia marítima es una de las aplicaciones fundamentales en las que el despliegue operativo completo de la constelación de satélites Galileo podría suponer un cambio espectacular gracias a su gran precisión, por supuesto, pero también al hecho de que garantizaría la independencia europea en un sector en el que deben resolverse problemas específicos de Europa.

Uno de esos retos es la propia seguridad. Solo en 2014, la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM) registró más de seis mil accidentes de buques. Distintos proyectos europeos intentaron dar respuesta a este problema, pero los sistemas actuales siguen basándose en transpondedores SIA, una tecnología instalada en los buques para evitar colisiones que transmite información sobre movimientos a través de canales VHF.

El consorcio del proyecto SPYGLASS (Galileo-based Passive Radar System for Maritime Surveillance) sostiene que la tecnología SIA resulta insuficiente para esta función. Lo cierto es que a los buques que no están dispuestos a cooperar —suelen realizar actividades ilícitas como el contrabando, la pesca ilegal, la contaminación por hidrocarburos o la inmigración ilegal y, por razones obvias, no están provistos de SIA— no se les puede identificar ni posicionar.

Este proyecto, al que se han destinado 1,3 millones de euros, parte del convencimiento de que la tecnología PBR ofrece la solución a este problema. Se trata de una tecnología de bajo coste que permite funcionar de manera encubierta y reduce el impacto medioambiental. De hecho, en combinación con Galileo y su constelación de satélites —que garantizan una cobertura constante de cualquier punto de la Tierra—, la tecnología PBR desarrollada por SPYGLASS podría erigirse en la solución definitiva para la seguridad marítima.

¿Qué ventajas aporta un radar pasivo biestático (PBR) que aproveche las transmisiones del sistema Galileo?

Alessandro Giomi: La posibilidad de llevar a cabo una vigilancia marítima oculta y constante está más que demostrada, pero los transmisores ocasionales normales como los VHF y DVB-T se basan en transmisiones terrestres. En cambio, las señales GNSS garantizan una cobertura mundial, por lo que amplían esta capacidad a zonas remotas como mar abierto. Este sistema puede funcionar por sí solo o como complemento de los sistemas integrados actuales de vigilancia marítima.

En concreto, ¿por qué es importante recurrir a un sistema GNSS europeo en vez de, por ejemplo, a la tecnología GPS?

Aparte de que Galileo ofrezca oportunidades excepcionales gracias a su estructura de señales, se parte de la convicción de que las autoridades europeas se basarán en gran medida en un sistema europeo de navegación para toda una serie de servicios, lo que facilitará la integración de la tecnología.

Ahora bien, esta tecnología no excluye el uso de otros sistemas de navegación. Por ejemplo, Galileo y GPS se diseñaron para que hubiese interoperabilidad, por lo que un único receptor puede registrar señales de ambos sistemas de satélites, con grandes mejoras esperables en los resultados.

¿Qué han aprendido tras los ensayos con su prototipo?

En este momento, hemos validado experimentalmente los cálculos teóricos que nos muestran que, en esencia, resulta posible detectar buques en movimiento a través de las señales Galileo que reflejan, lo que confirma los principios científicos que sustentan nuestro proyecto.

¿Cómo funciona exactamente la tecnología SPYGLASS?

La tecnología SPYGLASS emplea un único receptor que sintoniza frecuencias del sistema Galileo. Este receptor se puede instalar en una boya o en un globo amarrado para aumentar su alcance. Registra las señales que rebotan de forma natural en los buques en movimiento y las procesa para calcular la autonomía y la velocidad relativas del buque.

En estos momentos, ¿qué les hace falta para ofrecer un producto final?

Este proyecto inició su andadura en un momento en el que había que dar respuesta a una serie de interrogantes científicos y resolver retos de ingeniería. Sin embargo, nuestra labor hasta el momento ha puesto los cimientos de un producto final ahora que se ha obtenido el primer prototipo SPYGLASS. Aparte de los ensayos rigurosos en distintas condiciones, y antes de proceder a su comercialización, debemos acometer dos tareas principales: la miniaturización del soporte físico y el desarrollo de una red de sistemas para mejorar los resultados de los sensores individuales.

¿Cuáles son sus planes para fomentar esta tecnología entre sus usuarios potenciales?

Los usuarios en potencia son las entidades encargadas de proporcionar información o servicios públicos relacionados con asuntos marítimos. Algunos de estos organismos ya se han puesto en contacto y han mostrado interés, como por ejemplo la marina, la policía fiscal y la guardia costera de Italia y la marina y la guardia costera de Grecia. El consorcio conoce a la perfección a estas entidades y su marco operativo. Se elaborará y se les entregará un paquete de servicios específicos al final de la campaña experimental.

Además, el consorcio se planteará la posibilidad de prestar servicios de manera gratuita durante un periodo limitado para poner de manifiesto las ventajas que aporta este sistema en entornos y procesos operativos reales.

SPYGLASS
Financiado con arreglo a H2020-Galileo.
Página del proyecto en CORDIS

publicado: 2017-03-04
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