Aterrizaje automático en paracaídas

Un equipo europeo ha desarrollado sistemas independientes para un aterrizaje suave en paracaídas que pueden emplearse en dos tipos de aeronaves pequeñas. Se demostró que las distintas versiones, junto con sus subsistemas asociados, podían ser desplegadas tanto por el piloto como por activación remota.

Algunos accidentes de aviación recientes sugieren la necesidad de que las aeronaves ligeras de recreo (LSA) y cápsulas casi espaciales (NSC) dispongan de sistemas de paracaídas, los cuales frenarían la velocidad de caída y evitarían aterrizajes violentos en vehículos de hasta seiscientos kilos.

El proyecto financiado con fondos europeos PARAPLANE (Development of a new steerable parachute system for rescue of small and medium size airplanes) tenía el cometido de diseñar, desarrollar y probar un sistema de tales características. El concepto incluía un paracaídas dirigible, así como un módulo de guiado y control. El sistema de descenso y aterrizaje para LSA se transportaría a bordo y sería activado por el piloto en caso de emergencia, mientras que en las NSC se accionaría a distancia desde tierra.

El equipo de trabajo comenzó con la definición de los requisitos, tanto a nivel de diseño de hardware como de pruebas experimentales, y posteriormente comparó las similitudes y las diferencias de uso entre las NSC y los LSA, lo que reveló que estos últimos podían emplearse de manera fiable en cualquier situación de emergencia, mientras que la utilización de las NSC estaba más condicionada por la preselección de zonas de aterrizaje en áreas conocidas. En consecuencia, el equipo diseñó y fabricó dos tipos distintos de sistemas de paracaídas, uno desarrollado a partir de un diseño existente y el otro, el S2, totalmente nuevo.

El equipo diseñó y fabricó subsistemas adicionales, entre ellos un sistema de extracción de cohetes y un circuito de activación eléctrica. Una unidad de control separada implicó el desarrollo de software para navegación y control en tierra, guiado autónomo y adquisición de datos de vuelo. También de desarrollaron dos tipos de software de simulación.

Los ensayos con todos los sistemas y los componentes se realizaron con éxito y los paracaídas se cualificaron para la recuperación de LSA y NSC de hasta seiscientos kilos. Los experimentos en condiciones de vuelo autónomo controlado a distancia permitieron verificar que los sistemas eran capaces de seleccionar automáticamente zonas aptas para el aterrizaje. Además, los paracaídas posibilitaron un descenso guiado y controlado de los tipos de aeronave en los que estaban instalados.

El equipo investigador difundió los resultados y las aplicaciones en numerosos talleres públicos y conferencias académicas.

El proyecto PARAPLANE ha aportado nuevos avances a los sistemas de seguridad aeronáuticos, diseñados para reducir el número de víctimas gracias a un descenso controlado con paracaídas y la evitación de aterrizajes forzosos. Además, el proyecto representa una oportunidad significativa en términos comerciales y tecnológicos para las pymes europeas.

publicado: 2016-05-04
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