En un mundo más inestable, que ha visto el aumento de los ataques terroristas, detectar dispositivos explosivos es esencial para salvar vidas y anular a los terroristas. Hasta ahora la detección se ha centrado en la fase en la cual existe una carga explosiva lista para usar y en camino hacia el lugar del ataque. Con esto en mente, los expertos buscan formas de localizar el material explosivo en una fase muy temprana, por ejemplo durante la preparación.
El proyecto
EMPHASIS (Explosive material production (hidden) agile search and intelligence system), financiado por la Unión Europea, pretendía detectar los precursores que se utilizan para elaborar explosivos, incluidos los productos intermedios de la síntesis química que escapan en el aire o en los desagües durante la producción. Para ello, se trabajó en un sistema para detectar la fabricación ilícita de explosivos y de dispositivos explosivos improvisados (IED) en zonas urbanas utilizando tecnologías sofisticadas infrarrojas y Raman.
El equipo del proyecto, dirigido por la Agencia Sueca de Investigación en Defensa, probó un sistema prototipo construido con una serie de sensores colocados en sistemas de alcantarillado con el fin de monitorizar trazas de vapores de precursores o explosivos. La información se procesa en un centro de control para detectar cantidades elevadas y, además, documentar la fecha, la hora y los niveles de concentración, con el fin de ayudar a determinar la existencia de un posible lugar de fabricación de bombas.
La demostración final del sistema, que reunió a noventa y cuatro participantes de trece países, incluidos los Estados Unidos, y se realizó conjuntamente con otro proyecto de la Unión Europea llamado BONAS, demostró con éxito la lectura de los datos de los sensores y su visualización en un mapa. Validó el concepto en situaciones específicas, allanando el camino hacia un mayor desarrollo técnico en el campo. La tecnología puede demostrar ser muy útil para contrarrestar el terrorismo, la fabricación de bombas, la piratería, la fabricación de drogas y el tráfico de drogas, además de ayudar a proteger aeropuertos, tuberías y plantas de fabricación.