La aplicación de
medidas de precaución en los puestos fronterizos resulta asimismo clave
para detectar casos de trata de personas y contrabando. El proyecto
«Detection of olfactory traces by orthogonal gas identification
technologies» (DOGGIES),
financiado por la Unión Europea, tiene por objetivo demostrar el
funcionamiento de un sensor operativo, móvil y autónomo destinado a
detectar personas, estupefacientes y explosivos ocultos, así como
determinar si esta tecnología puede ser adaptada para localizar una
mayor variedad de sustancias ilegales.
El proyecto se centra en la detección de rastros, que se sustenta en
una combinación de dos tecnologías fundamentadas en principios físicos
diametralmente opuestos. La primera es la espectroscopia de infrarrojo
medio (MIR, mid-infrared), basada en la detección fotoacústica. Ésta
parece ser la herramienta más eficaz y prometedora para localizar una
gran variedad de compuestos orgánicos volátiles (COV). La segunda es la
espectrometría de movilidad iónica, tecnología que el proyecto pretende
desarrollar para su empleo con una fuente de ionización no radiactiva.
Las actividades a cargo de la iniciativa abarcan estudios básicos
sobre física y química, así como labores relacionadas con la ingeniería
de sensores y con pruebas de campo. Entre las metas de índole técnica
que resulta necesario alcanzar se incluyen identificar tanto las
especificaciones funcionales y los requisitos de los usuarios finales
como los COV relacionados con seres humanos, sustancias narcóticas y
explosivos (o bien sus precursores) más relevantes, por un lado, y
demostrar el funcionamiento de fuentes de MIR muy ajustables, así como
de un módulo en miniatura de espectroscopia infrarroja fotoacústica
mediante MIR, por otro.
El proyecto DOGGIES ya ha hecho grandes progresos. La iniciativa ha
definido los requisitos y especificaciones del sistema, junto con tres
estudios de caso prácticos, todos ellos destinados a la evaluación
definitiva del prototipo. Además, los principales componentes necesarios
para desarrollar un detector móvil autónomo ya se encuentran
disponibles. El dispositivo final debería ser capaz de complementar la
labor de los perros que a día de hoy se utilizan en los puestos
fronterizos y aduaneros.
El proyecto también podría tener un impacto en dominios ajenos al de
la seguridad nacional. El mercado relacionado con el análisis de gases
traza está empezando a crecer en otras esferas, incluyendo la vigilancia
de la salud y la seguridad alimentaria. Estas nuevas oportunidades
comerciales están motivadas por la demanda, por parte de la ciudadanía,
de un mayor control y conocimiento sobre las repercusiones para el medio
ambiente de la actividad industrial.