Los equipos de videovigilancia modernos no consiguen detectar 
actividades hostiles o amenazantes en espacios abarrotados de gente 
previas a un incidente o atentado. Además, los operadores responsables 
de observar imágenes de vídeo en tiempo real durante horas interminables
 o de analizar imágenes después de un incidente pueden cometer 
frecuentemente errores humanos.
Gracias al proyecto «Automatic detection of abnormal behaviour and threats in crowded spaces»
(
ADABTS),
 financiado con fondos de la Unión Europea, se ha diseñado un sistema de
 detección automática que ofrece una alternativa a la vigilancia manual y
 que es más eficiente, preciso y rentable.
El grupo comenzó creando modelos correspondientes a diferentes tipos
 de amenazas y a comportamientos anormales en un aeropuerto, estadio y 
centro de ciudad. Se diseñaron técnicas para detectar este tipo de 
amenazas, así como señales de comportamiento inusual en datos de video y
 audiovigilancia.
Hoy día, los sistemas de vigilancia no pueden distinguir de forma 
eficaz entre comportamientos normales y atípicos, posiblemente 
peligrosos, de masas o individuos, especialmente antes de un suceso 
perjudicial o destructivo.
Los investigadores desarrollaron y probaron mecanismos de 
procesamiento e inferencia de datos de sensores visuales y acústicos que
 permiten un control a largo plazo de la ubicación y el comportamiento 
de las personas cerca de una incidencia de tipo acústico como pueden ser
 disparos, cristales rotos, gritos y cantos ofensivos.
Los sensores, algoritmos y la interfaz de usuario se combinan para 
examinar situaciones problemáticas, con multitud de gente, incluyendo el
 seguimiento de movimientos y de tipos de flujos de varias personas, así
 como el reconocimiento de ruidos inusuales y su posterior clasificación
 correspondiente. Asimismo, estos podrán automáticamente rechazar la 
mayor parte de las imágenes grabadas y sólo guardar los eventos 
sospechosos.
ADABTS ayudará a los agentes de seguridad en su lucha contra la 
delincuencia, el terrorismo y los disturbios a través de una detección 
temprana y alertando de amenazas potenciales. De esta forma los 
ciudadanos europeos se sentirán más seguros en los espacios públicos.