Las poblaciones de las zonas propensas a catástrofes, con frecuencia,
desconocen los verdaderos riesgos que entraña el hecho de vivir en esas
zonas. Ello dificulta aún más la labor de quienes ostentan la
responsabilidad de gestionar catástrofes, prevenir los riesgos, dirigir
la protección civil y realizar la ordenación territorial de estas
regiones.
El objetivo primordial del proyecto financiado con fondos europeos «Increasing resilience through Earth observation» (
INCREO)
fue proporcionar soluciones mejores para gestionar los riesgos
inherentes a aquellas zonas expuestas a posibles catástrofes naturales y
los efectos del cambio climático.
Las actividades del proyecto contemplaron situaciones de múltiples
peligros, algunas simultáneas y otras secuenciales. Concretamente
cuatro: el fallo de una represa, condiciones extremas de viento, oleaje y
tormenta, una inundación y un corrimiento de tierras.
El equipo desarrolló técnicas de Observación de la Tierra (EO) con
las que obtener detalles precisos de la ubicación y para realizar una
planificación de medidas de mitigación allí donde la catástrofe natural
sea inevitable. Los datos de EO se obtuvieron del programa Copérnico de
la UE a través de métodos de cartografía e imagen vía satélite.
Además, el equipo usó los datos de EO para determinar la cantidad de
población presente en determinado lugar en función de su tamaño. La
densidad es un factor clave a la hora de evacuar a la población de una
zona azotada por una catástrofe.
Los investigadores elaboraron un mapa del mundo que puede
consultarse en el sitio web del proyecto. También generaron cuarenta y
siete mapas, la mayoría de los cuales indica peligros, fuentes de riesgo
y elementos vulnerables. Ofrecen asimismo información específica sobre
distintos lugares europeos y desastres posibles.
Es imposible erradicar por completo los riesgos que conlleva una
catástrofe natural, pero el equipo de INCREO se ha propuesto aplacarlos
hasta niveles aceptables cartografiando las zonas más propensas. Así, la
población y el personal de protección estarán en mejor disposición de
mitigar catástrofes y responder a ellas dentro y fuera de Europa.