La resistencia a los antibióticos está aumentando drásticamente en todo el mundo. Cada vez más bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos diseñados para matarlas, por lo que los fármacos se vuelven ineficaces y resulta más complicado tratar enfermedades infecciosas comunes. Si no se adoptan medidas urgentes, la
Organización Mundial de la Salud prevé que vamos a entrar en una era postantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones leves pueden volver a ser letales.
El proyecto PanaMast, financiado con fondos europeos, está abordando el problema de la resistencia a los antibióticos centrándose en la mastitis en bovinos, una inflamación frecuente de las ubres que afecta al ganado lechero en todo el mundo. La mastitis suele tratarse con antibióticos convencionales, pero PanaMast está desarrollando la primera solución sin antibióticos para tratar a las vacas en lactancia.
Ventajas económicas y sanitarias de esta innovadora tecnología
Conocida como especies reactivas de acción prolongada (LARS por sus siglas en inglés), la novedosa tecnología antimicrobiana sin antibióticos hasta el momento ha resultado ser eficaz contra todos los microorganismos comprobados, incluidas bacterias resistentes a los antibióticos como el «Staphylococcus aureus» resistente a la meticilina (SARM). Y, aún más importante, no genera resistencia. Extremadamente eficaz tanto contra bacterias
gramnegativas como
grampositivas, las LARS también han demostrado poseer un magnífico perfil en materia de seguridad y baja toxicidad tanto «in vivo» como «in vitro». Se puede administrar de diferentes maneras, por ejemplo en forma de aerosol o nebulizada, y sus bajas
concentraciones inhibitorias mínimas hacen que sean adecuadas para una amplia variedad de aplicaciones terapéuticas.
Además de sus beneficios para la salud, el nuevo tratamiento también tiene considerables ventajas económicas para los productores lecheros. Con los antibióticos convencionales, los ganaderos pierden ingresos asociados a la leche, dado que cuando las vacas reciben tratamiento su leche no se puede vender durante cierto tiempo tanto durante como después del tratamiento. Además, cuando los antibióticos no funcionan, las vacas infectadas deben ser sacrificadas. Esto supone un coste para la industria lechera americana y europea de más de 3 000 millones de euros al año. Sin embargo, si se trata a las vacas con LARS, podría ser posible vender la leche tanto durante como después del tratamiento, lo cual beneficiaría considerablemente a los ganaderos y productores lecheros.
En una
nota de prensa publicada por el responsable del proyecto Westway Health, el director general, el doctor Ruairi Friel, explicó el innovador enfoque de la empresa: «La idea nació de la noción de que existen otros modos de acabar con bacterias como el SARM. Esto se consigue cada día en todo el mundo, por ejemplo con desinfectantes o mediante la limpieza a vapor. Hemos logrado desarrollar un nuevo método de matar a las bacterias que no perjudica al tejido vivo. Nuestra solución se basa en una combinación de compuestos inspirada en la naturaleza y, si logramos desarrollar y ampliar a escala nuestra solución, creemos que puede contribuir a superar el desafío mundial de la resistencia a los antibióticos».
Tras los veinticuatro meses de duración del proyecto, PanaMast (Progressing a non-antibiotic antimicrobial treatment for Bovine Mastitis towards market – PanaMast) prevé haber completado la comprobación de su novedoso producto y tenerlo listo para su salida al mercado (nivel de preparación tecnológica 8). El objetivo, tras obtener la aprobación reglamentaria de la Agencia Europea de Medicamentos, es que el producto esté disponible en el mercado en el año 2021 o 2022.
Para más información, consulte:
Página web del proyecto PanaMast