Al volar, es inevitable verse rodeado de algunas personas que estornudan o se suenan la nariz teniendo en cuenta que cada año 4 000 millones de pasajeros se desplazan en vuelos comerciales. Obviamente, no hace falta ser un profesional sanitario para entender que los gérmenes lo pasan en grande en los vuelos abarrotados de pasajeros que se sientan en espacios reducidos.
¿Cuál es la probabilidad real de ponerse enfermo? De acuerdo con un reciente estudio publicado en
«Proceedings of the National Academy of Sciences», la respuesta depende del lugar en que te sientes y de quién lo haga a tu lado.
Se analizaron diez vuelos nacionales estadounidenses de entre 3,5 y 5 horas de duración con aviones de un solo pasillo. Mediante un modelo informático, los investigadores registraron los movimientos de 1 540 pasajeros y 41 miembros de la tripulación en la sección de clase turista. En uno de los vuelos había diecisiete asientos vacíos, en otros dos solo quedaron solo unos pocos asientos sin ocupar, mientras que los siete vuelos restantes iban completamente llenos. De todos los pasajeros, solamente había uno con tos. Además, tampoco se observó toser a ninguno de los miembros de la tripulación.
La mitad de los pasajeros que se movieron por el avión no usaron el cuarto de baño. Aproximadamente el 38 % de los pasajeros no salió de su asiento en ningún momento. Ese mismo porcentaje abandonó su asiento una única vez, el 13 % lo hizo en dos ocasiones y el 11 % restante dejó su asiento en tres o más ocasiones. Usar el cuarto de baño y acceder al compartimento del equipaje de mano fueron los motivos más habituales para moverse.
Cada miembro de la tripulación estuvo en contacto con los pasajeros durante aproximadamente 67 minutos. El equipo de investigación estimó que un miembro de la tripulación que estuviera enfermo podía contagiar a aproximadamente cinco pasajeros por vuelo.
El sistema informático modeló el riesgo de transmisión de virus mediante las gotitas expulsadas al toser y al estornudar. Sin embargo, no se tuvo en cuenta la posibilidad de que los virus se mantuviesen flotando por el aire de la cabina.
En una cita recogida por
«The New York Times», Howard Weiss, uno de los autores y profesor de matemáticas del Georgia Institute of Technology de Estados Unidos, afirma: «Está bastante claro que si te sientas a más de un metro de un pasajero infectado y tienes cuidado con la higiene de las manos, es poco probable que te contagies con la gripe».
Es estudio concluyó que los pasajeros que se situaban en un radio de dos asientos o a una fila de una persona con una enfermedad respiratoria tenían un 80 % o más probabilidad de ponerse enfermos que los pasajeros que se encontraban más lejos. En el caso del resto de pasajeros, el riesgo de contagio fue inferior al 3 %. A lo largo de todo el avión, las personas que se sentaron junto al pasillo corrieron un mayor riesgo.
«Observamos que, fuera de este perímetro, existe una probabilidad muy baja de contagiarse en un avión», explicó Vicki Stover Hertzberg, autora principal y profesora de enfermería de la Universidad Emory de Atlanta, Georgia, al rotativo británico
«The Guardian». «No tienes por qué preocuparte de la tos de una persona que se encuentre cinco filas más atrás».
¿Cuál es la recomendación de Hertzberg si te sientas junto a alguien que no se encuentra bien y cambiarse de asiento no es una opción? Lavarse bien las manos y no tocarse la cara, ya que los virus pueden contagiarse a través de los ojos, la nariz y la boca. Taparse con el codo al estornudar y abrir la salida de aire acondicionado. ¡Que tengan un feliz y sano viaje!