Tendencias científicas: Bicarbonato para evitar cesáreas en países en desarrollo

La falta de acceso a una cesárea o las complicaciones que surgen de esta intervención, provoca muchas muertes en países en desarrollo, pero ahora, un equipo de científicos ha descubierto que beber bicarbonato de sodio podría ayudar enormemente.

Un producto de cocina sencillo, barato, accesible y fácil de utilizar podría salvar vidas, tal y como ha demostrado un estudio reciente. Cuando las contracciones en un parto no son lo suficientemente fuertes se suele administrar oxitocina. En caso de que no funcione se suele optar por una cesárea.

Pero en entornos rurales en países en desarrollo, puede que no existan estas opciones y en caso de que sea posible realizar una cesárea, puede que se produzcan complicaciones. La Organización mundial de la salud explica que casi todas las muertes maternales (99 %) se producen en países en desarrollo y que el riesgo de mortalidad maternal es el mayor en chicas adolescentes de menos de quince años. Las complicaciones durante el embarazo y el parto son una de las causas principales de muerte entre chicas adolescentes en países en desarrollo.

Una dosis de bicarbonato de sodio comprado en la tienda de la esquina podría ayudar a las mujeres a dar a luz de forma natural

Un estudio reciente en el que participaron doscientas mujeres, descubrió que, una vez disuelto en agua, el bicarbonato de sodio permite que entre el 17 y el 20 % de las mujeres que tienen partos lentos o complicados dé a luz de forma natural sin dañar al bebé.

La profesora Susan Wray, de la Universidad de Liverpool y un equipo de investigadores del Instituto Karolinska en Suecia suministró, además de oxitocina, bicarbonato de sodio a cien mujeres que estaban experimentando dificultades en el parto. A otras cien mujeres se les suministró únicamente oxitocina. Los resultados, publicados en la revista «Maternal-Fetal & Neonatal Medicine» muestran que los partos vaginales aumentaron en el grupo que tomó bicarbonato.

«El estudio se ejecutó con profesionales clínicos en Suecia, donde se puede comprar este antiácido en cualquier parte por muy poco precio », indicó la profesora Wray.

¿Por qué bicarbonato de sodio?

En declaraciones a Today Programme de BBC Radio 4, la profesora Wray explicó que estudios en la Universidad de Liverpool habían descubierto que los niveles de acidez en la sangre en torno al útero de mujeres cuyo parto se alarga eran considerablemente mayores que los de cualquier otro grupo.

La profesora Wray y su equipo plantearon que si fuera posible neutralizar esta acidez, aumentaría la posibilidad de parto vaginal espontáneo normal y se evitaría así la cirugía. Uno de los grupos recibió oxitocina mientras que el otro recibió, sin ser consciente de ello, bicarbonato de sodio con la idea de neutralizar el ácido en el útero y una hora después oxitocina.

La profesora Wray calificó el resultado de «impresionante» y añadió: «Logramos aumentar significativamente la cantidad de mujeres con un parto espontáneo que evitaban una cesárea de emergencia. No solo en unos pocos puntos porcentuales, sino en cerca de un 17-20 %».

Incidió en que el estudio fue un ensayo pequeño, aleatorizado y controlado. «Pero contamos con cien mujeres en cada uno de los dos grupos a estudio, lo que bastó para desestimar otros factores como diferencias en el IMC».

Una idea sencilla para un problema urgente

Si el estudio ejecutado con una cohorte de doscientas personas pudiese replicarse, se habría encontrado una forma para reducir la mortalidad maternal y el sufrimiento mediante un producto de cocina muy barato. El equipo se propone replicar cuanto antes los resultados en más centros, pero la profesora Wray desea poner en marcha una rama de la investigación en el África subsahariana. Liverpool tiene buenas relaciones con hospitales en Uganda y Malawi, por ejemplo.

«Es estos emplazamientos con pocos recursos muchas mujeres mueren en el parto, y una de las razones es porque el parto se retrasa. Así que sería maravilloso si las mujeres pudieran seguir este tratamiento para evitar una cirugía, que podría no estar disponible o que cuando puede administrarse no está exenta de riesgos. Este tratamiento es maravilloso, no es necesario refrigerarlo, ni precisa electricidad».

publicado: 2018-01-25
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