Tendencias científicas: Bronceado veraniego sin riesgo de cáncer

Un equipo de científicos ha creado un compuesto que podría lograr bronceados sin necesidad de tomar el sol. Se trata de una sustancia química que activa la segregación de pigmentos bajo la piel y que genera un bronceado sin necesidad de exponerse a los rayos ultravioletas (UV), tan dañinos.

Con la llegada de un verano del que muchos meteorólogos advierten ya que será el más caluroso de los últimos cinco decenios en Europa Occidental, muchos serán los que esperan sustituir su blanco invernal por un bronceado producto de horas tendidos en la playa o en el parque. Por supuesto, esto supone también que muchos expondrán su piel a rayos ultravioletas dañinos sin la protección adecuada, lo que aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.

Ahora, un equipo de científicos del Hospital General de Massachusetts ha creado un compuesto nuevo que broncea la piel humana sin necesidad de exponerla al sol. Si bien aún no se ha probado en ensayos clínicos (solo en ratones y en trozos de piel humana excedentes de intervenciones quirúrgicas), los médicos esperan que se pueda utilizar algún día como un arma poderosa contra el cáncer de piel al evitar que la gente se exponga a los rayos ultravioletas para broncearse. «No sería un bronceado artificial, sino completamente real —afirmó el profesor David Fisher, director de la investigación sobre el compuesto nuevo—. Simplemente, no haría falta exponerse al Sol».

Aquellos con tonos de piel más oscuros y los que se broncean con más facilidad tienen menos riesgo de padecer melanoma, el tipo de cáncer de piel con mayor mortalidad. La melanina, el pigmento responsable de este tono más oscuro, disipa más del 99,9 % de los rayos UV absorbidos, lo que limita los daños por radiación en las células que podrían ejercer de pasarela para el desarrollo del cáncer. El compuesto nuevo se originó en una cepa de ratón «pelirrojo» (con un pelaje color óxido). Estos roedores poseen la variante de un gen denominado MC1R que da lugar al pelo rojo y la piel clara en humanos. Así, el gen MC1R es un buen indicador sobre si una persona se bronceará o se quemará con mayor o menor facilidad al exponerse al sol. En el caso de los que tienen facilidad para broncearse, el gen desata una cascada de reacciones durante la exposición al sol que da lugar a la producción de melanina. Por otro lado, los pelirrojos son tan propensos a quemarse debido a que esta reacción que genera melanina no se produce en las células de su piel.

Los investigadores razonaron que estaba en su mano ayudar a quienes desean broncearse de un modo inocuo para su piel y saludable a largo plazo, para lo cual debían encontrar un modo de estimular este proceso de generación de melanina. Trabajaron entonces con una proteína denominada SIK (cinasa inducible por sal), la cual funciona como un interruptor general de la producción de melanina, en un punto de la ruta de producción de esta sustancia en el que se ha superado el bloqueo ejercido por el gen MC1R.

Tras aplicar la proteína en estado líquido en el lomo afeitado de ratones pelirrojos durante un periodo de siete días, se percataron de que su piel había adquirido un color prácticamente negro azabache. El color fue perdiéndose en el transcurso de una semana, como ocurriría tras broncearse de forma natural al multiplicarse las células y sustituirse poco a poco. Al margen de la piel más bronceada, los ratones no mostraron otros efectos patentes. A continuación utilizaron el compuesto, modificado para penetrar en la piel humana, en muestras de piel humana descartadas de intervenciones quirúrgicas en una placa Petri, procedimiento que generó varias zonas de un marrón oscuro. Esto implica que el compuesto favoreció la producción de melanina. No obstante, el profesor Fisher es prudente al afirmar que en caso de que el producto acabe siendo comercializado, no supondrá un sustituto de la crema solar, sino que en todo caso será un complemento de la misma. El compuesto simplemente aumenta la producción de melanina, razón por la que debería funcionar en cualquier tipo de piel, si bien demostró ser realmente útil en la de personas con piel y pelo claros.

El profesor Fisher y sus colegas buscan ahora un socio comercial para proceder a realizar los ensayos clínicos necesarios en humanos. «Es indispensable realizar estudios de seguridad y toxicidad —indicó el profesor Fisher—. Esto no es ni un juguete ni maquillaje».

La investigación se publicó recientemente en la revista «Cell Reports».

publicado: 2017-06-16
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