Nuevo estudio sobre la relación entre la masa corporal y los cambios en la metilación del ADN

Cerca de 1 500 millones de personas en el mundo presentan sobrepeso o padecen obesidad, por lo que están en riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y otras alteraciones metabólicas e inflamatorias relacionadas. Pese a la falta de certeza en cuanto a los vínculos entre el sobrepeso y los males clínicos asociados a la adiposidad, una investigación reciente ha demostrado que sí que podría influir en la metilación del ADN.

El trabajo realizado por los investigadores participantes en el proyecto IHEALTH-T2D, financiado con fondos europeos, se ha integrado en un nuevo informe que arroja indicios nuevos sobre la relación existente entre la metilación del ADN y el índice de masa corporal (IMC). Los análisis de asociación genética efectuados mostraron que los cambios en la metilación del ADN son, en su mayoría, fruto de la adiposidad, y no su causa.

El estudio puso de relieve que, en muchos tejidos, los loci de metilación presentan una mayor riqueza de rasgos genómicos funcionales. Esta investigación, publicada recientemente en Nature, muestra que los marcadores de metilación centinelas permiten identificar firmas de expresión génica en treinta y ocho loci. Estos loci señalan los genes involucrados en el metabolismo de lípidos y lipoproteínas, el transporte de sustratos y las rutas inflamatorias. Asimismo, la investigación esclarece la relación entre la diabetes de tipo 2 y la metilación del AND, poniendo de manifiesto que la existencia de alteraciones de la metilación permite prever el posterior desarrollo de la afección.

El estudio abarcó a 5 387 personas de ascendencia europea y asiática. Se trata de poblaciones con un riesgo conocido de presentar masas corporales elevadas, con sus correspondientes afecciones metabólicas. La metilación del AND genómico en la sangre se pudo cuantificar. Se seleccionó sangre para el análisis al constituir un tejido con actividad metabólica y desempeñar un papel clave en dolencias tanto inflamatorias como cardiovasculares que afectan a quienes presentan IMC elevados.

Las alteraciones inflamatorias y hormonales en los adipocitos de las personas obesas favorecen la incidencia de resistencia a la insulina y otras consecuencias metabólicas. Para valorar la relación entre sus observaciones en la sangre y en otros tejidos con relevancia metabólica, los investigadores compararon el nivel de metilación en 187 loci de la sangre, de grasa subcutánea y epiploica, del hígado, de tejidos musculares, del bazo y del páncreas. Los niveles de metilación medios en los 187 loci presentan una correlación entre moderada y fuerte entre los tejidos.

Se observó que, tras una corrección, 120 de los sitios CpG (regiones del AND donde un nucleótido de citosina va seguido de un nucleótido de guanina) presentan una coherencia direccional en cuanto a la asociación con el IMC tanto en la sangre como en el tejido adiposo. Además, 91 sitios estaban asociados al IMC en el tejido adiposo. Ello corrobora la idea de que el nivel de metilación en la sangre guarda relación con el patrón de metilación en otros tejidos de los sitios CpG examinados.

Los resultados de la investigación arrojan indicios nuevos sobre el efecto de la adiposidad en las rutas biológicas humanas y podrían conducir a la formulación de nuevas estrategias para prever y prevenir la diabetes de tipo 2 y otras afecciones relacionadas con la obesidad.

Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto

publicado: 2017-05-11
Comentarios


Privacy Policy