Tendencias científicas: Escáneres encefálicos para predecir los sueños
Un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto qué regiones del encéfalo están implicadas en los sueños y sus miembros incluso afirman ser capaces de predecir el contenido de estos a partir de la actividad encefálica de la persona en cuestión. Se espera que estos nuevos hallazgos tengan importantes implicaciones en el conocimiento relativo a la función que cumplen los sueños y sobre la propia consciencia de los seres humanos.
Por lo general, se dice que una persona está soñando cuando se encuentra en la fase de sueño rápido o REM (rapid-eye-movement, movimiento ocular rápido), en la que el encéfalo muestra actividad eléctrica de alta frecuencia. No obstante, también se puede soñar en otras fases aunque, hasta ahora, no se conocían los mecanismos que hacían esto posible.
«El hecho de que se pudiera soñar y también darse la ausencia de sueños en dos fases diferentes parecía un misterio», afirmó Francesca Siclari, de la Universidad de Wisconsin-Madison y coautora de esta investigación. Sin embargo, parece que este estudio acaba de desvelar el misterio.
La investigación, publicada en la revista «Nature Neuroscience» y en la que no sólo han participado socios estadounidenses sino también científicos de Italia y Suiza, revela que tanto durante el sueño REM como durante el sueño lento (no REM) se produce una disminución de la actividad de baja frecuencia en la región cortical posterior. Se trata de un área ubicada en la parte posterior del encéfalo relacionada con el razonamiento espacial y la atención. El equipo de investigación afirma que puede predecir si un voluntario está soñando con una probabilidad de acierto del 92 % simplemente monitorizando la actividad en ese «punto caliente».
También se descubrió que soñar con rostros está asociado a un incremento de la actividad de alta frecuencia en la región del encéfalo responsable del reconocimiento facial. Por su parte, los sueños relacionados con la percepción espacial, el movimiento y el pensamiento estarían vinculados de manera similar a las partes correspondientes del encéfalo que se ocupan de estas tareas durante la vigilia.
Para obtener estos hallazgos, los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos con cuarenta y seis participantes. Se monitorizó la actividad encéfalo de todos ellos mediante electroencefalograma (EEG) utilizando una red con 256 electrodos colocada en la cabeza. El equipo despertó a los participantes de manera periódica para preguntarles si habían tenido sueños. Al principio se centraron específicamente en las fases de sueño REM y no REM, percatándose de que el «punto caliente» estaba activado mientas los voluntarios soñaban, independientemente de si se encontraban en una u otra fase. «En cómputos generales, durante el experimento completo el proceso de despertar a los participantes se reprodujo en un millar de ocasiones», comentó Siclari.
En un segundo experimento se instó a los participantes a que describieran el contenido de sus sueños a partir de temas clave que generarían una actividad que los neurocientíficos podrían localizar en la región cortical posterior: rostros, contexto espacial, movimiento y habla. Si un voluntario indicaba la presencia de conversaciones en su sueño, se establecía una correlación con la región del encéfalo responsable del habla y la comprensión; si soñaban con otras personas, se activaba la zona que se ocupa del reconocimiento facial.
«Esto implica que, probablemente, se usan las mismas áreas del encéfalo cuando estamos soñando y cuando estamos despiertos, lo que explicaría la sensación de realismo que a menudo caracteriza a los sueños», explicó Siclari.
Para el equipo, lo más interesante fue la posibilidad de emplear estos descubrimientos para predecir si los participantes estaban soñando o no cuando se encontraban dormidos. En una prueba efectuada con siete participantes, los investigadores fueron capaces de predecir con acierto la instancia del sueño en que se encontraban en un 87 % de los casos, lo que representa un porcentaje impresionante.
Con vistas al futuro, disponer de un mayor conocimiento sobre los cambios que se producen en el «punto caliente» y qué los origina podría revelar si los sueños cumplen una función concreta, como pudiera ser en el procesamiento de la memoria. Apuntando aún más lejos, los autores del estudio afirman que sus resultados podrían arrojar luz sobre la naturaleza de la propia consciencia al revelar lo que ocurre en el encéfalo durante el sueño en el momento en el que se pasa de un estado inconsciente a tener experiencias conscientes.
Giulio Tononi, coautor del estudio, comentó que estos experimentos «ayudarán a analizar de manera detalla las regiones del encéfalo realmente responsables de la consciencia».
publicado: 2017-04-15