Según la Fundación Europea de Neumología, el asma en adultos provoca disnea sibilante, falta de aliento, opresión en el pecho y tos. Los síntomas se presentan en cualquier momento, pero especialmente durante la noche o en la madrugada.
Los que la sufren pueden mostrar cualquiera de estos síntomas con distintos niveles de gravedad. En ocasiones se agravan en cuestión de horas o minutos provocando una restricción aguda de las vías respiratorias que solo se alivia mediante una medicación más intensa o, en los casos de mayor gravedad, la hospitalización. Los ataques de asma provocan la muerte de tres adultos al día e investigaciones al respecto muestran que dos tercios de las muertes por ataques de asma pueden evitarse. Desde el punto de vista económico, las afecciones de las vías respiratorias, entre las que se encuentra el asma, cuestan a la Unión Europea más de 56 000 millones de euros anuales.
Un estudio reciente publicado en «Journal of Allergy and Clinical Immunology» y efectuado por un equipo internacional dirigido desde la Universidad de Leicester (Reino Unido) descubrió cómo se produce el estrechamiento de las vías respiratorias. El equipo al cargo descubrió por vez primera que una forma activa de la proteína fundamental HMGB1 aumenta cuando se estrechan las vías respiratorias de aquellos con asma grave.
En concreto, el estudio se ejecutó en muestras de mucosas y músculos de las vías respiratorias obtenidas de personas con asma moderada o leve, asma grave y voluntarios sanos del hospital Glenfield de Leicester.
«El tratamiento contra el asma no es completamente eficaz en todo el mundo, en especial para quienes sufren asma grave—comentó la autora principal del estudio, la Dra. Ruth Saunders—. Si bien se están investigando distintas terapias contra el asma alérgica, aún es necesario contar con terapias nuevas para otros tipos de asma».
A esto añadió: «Hemos mostrado que la cantidad de HMGB1, una proteína que segregan las células de las vías respiratorias participantes en la inflamación o células dañadas, es mayor en mucosas de personas con asma grave». Hasta donde alcanza el conocimiento del equipo, se trata del primer estudio en mostrar la relación directa entre HMGB1 y la mayor contracción de músculos de las vías respiratorias en respuestas a estímulos. Ahora confían en que sus hallazgos den lugar a tratamientos mejores para quienes sufren asma grave.
El proyecto AIRPROM (Airway Disease Predicting Outcomes through Patient Specific Computational Modelling) estuvo en marcha desde marzo de 2011 hasta junio de 2016 y su consorcio compuesto por treinta y cuatro socios contó con la dirección de la Universidad de Leicester. Gracias a los cerca de 12 millones de euros de financiación europea recibidos, logró crear modelos informáticos y físicos del sistema al completo de las vías respiratorias para personas con asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
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