Descubierta una relación entre El Niño y una epidemia de dengue esrilanquesa

Un equipo de investigadores ha descubierto una relación sólida entre las condiciones meteorológicas que provoca El Niño-Oscilación del Sur en el Pacífico y las epidemias de dengue en Sri Lanka.

El Niño es una serie de cambios climáticos complejos de periodicidad irregular que ejercen distintos efectos de gran calado tanto en la región del Pacífico como en el resto del planeta. Entre ellos, unas aguas especialmente cálidas y bajas en nutrientes al norte de Perú y Ecuador normalmente a finales de diciembre, la inversión de los flujos de viento en el Pacífico, sequías en Australasia y precipitaciones intensas fuera de temporada en Sudamérica. Investigadores del proyecto financiado con fondos europeos DENGUETOOLS han descubierto que las condiciones de El Niño en el Pacífico aumentan seis meses después la gravedad de las epidemias de dengue que se producen en Sri Lanka.

«El dengue es un problema de salud pública importantísimo en Sri Lanka y el distrito de Kalutara es una de las zonas más afectadas», comentó Joacim Rocklov, coautor del estudio e investigador de DENGUETOOLS en la Unidad de Epidemiología y Salud Mundial de la Universidad de Umeå. «Conocer el modo en el que los patrones climáticos recurrentes provocan epidemias de dengue es fundamental para controlar y prevenir la propagación de la enfermedad».

En el estudio, publicado recientemente en «International Journal of Environmental Research and Public Health», el equipo de investigación explica cómo se sirvió del Índice Oceánico de El Niño (ONI), una medida que indica la actividad de El Niño en función de la temperatura del agua en la superficie del océano Pacífico y otros datos meteorológicos y epidemiológicos de Sri Lanka, para calcular las asociaciones entre los datos. Para calcular las relaciones locales y generales entre la meteorología y el dengue se analizaron las variables meteorológicas semanales y las notificaciones de incidencia del dengue recopiladas desde 2009 a 2013 por Prasad Liyanage para el Ministerio de Sanidad de Sri Lanka, miembro oficial del consorcio de DENGUETOOLS.

Los resultados apuntan a que el riesgo de dengue aument cuando las precipitaciones superaron los 50mm semanales. La relación más sólida entre la precipitación y el dengue se produce entre seis y diez semanas tras precipitaciones superiores a 300mm semanales, situación de extrema humedad y probabilidad elevada de inundaciones. El aumento de la temperatura hasta los treinta grados Celsius o más provoca un aumento constante en el riesgo de dengue con un retardo de a partir de cuatro semanas tras producirse estas condiciones meteorológicas. A excepción del periodo 2012–2013, durante el cual se produjo una epidemia de dengue continuada pero poco virulenta, durante el resto de años se produjeron picos anuales de incidencia del dengue desde mayo hasta septiembre.

Al ser una enfermedad tropical cuyo vector son los mosquitos, el aumento de las precipitaciones y de los receptáculos antropogénicos desperdigados en los hábitats humanos provoca la proliferación de espacios de cría para los mosquitos. La abundancia de espacios de cría conduce a un aumento de la cantidad de mosquitos. Las temperaturas cálidas también favorecen las dinámicas de contagio al incrementar la supervivencia de los insectos y la incidencia de las picaduras y reducir el periodo de incubación extrínseco del virus del dengue en los mosquitos.

«Al observar datos meteorológicos y de incidencia del dengue que abarcan amplias temporadas, hemos descubierto una correspondencia sólida en el modo en el que precipitaciones y temperaturas mayores a causa del fenómeno de El Niño se asocian a un mayor riesgo de epidemias de dengue», afirmó Prasad Liyanage «A más largo plazo, nuestros datos confirman esta asociación y sugieren que las condiciones ideales para el contagio de la fiebre del dengue coinciden con la visita de El Niño a nuestra isla».

La relación entre El Niño y la prevalencia del dengue descubierta por los investigadores de DENGUETOOLS puede emplearse para mejorar los modelos de vigilancia predictiva para que adviertan de situaciones de riesgo con seis meses de antelación. Este periodo ofrece a los responsables sanitarios un margen mayor para prepararse y articular medidas de control antes de que se produzca la epidemia.

Para más información, consulte:
Página del proyecto en CORDIS

publicado: 2016-12-05
Comentarios


Privacy Policy